Un articulado de Metrobastión circulaba con facilidad, el martes pasado, por la avenida Carlos Julio Arosemena frente a la parada del colegio 28 de Mayo. El carril exclusivo estaba despejado, sin vehículos particulares incursionando.

En ese instante, en cambio, el carril junto a la Metrovía estaba lleno. Uno que otro conductor hacía sonar el pito para apresurar a otros que también estaban atrapados en la congestión de esa arteria, que se conecta con la av. del Bombero y la Daule.

El articulado, que circulaba en sentido centro-noroeste, avanzó con rapidez hasta el paso a desnivel frente a la cdla. Miraflores. Allí se acabó la exclusividad de su carril y tuvo que detener la marcha para andar junto a los otros vehículos. El tramo no le debía tomar más de tres minutos, pero el tiempo se duplicó por la congestión.

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Esta situación es recurrente en los recorridos de los articulados, dijo Gerardo Saca, quien conduce en este sistema desde que se habilitó la troncal 3 en el 2008. Sin embargo, el conductor percibe que desde que se anunció la multa para quienes invadan el carril de la Metrovía, se aminoró el tiempo del recorrido desde la terminal, en la avenida Marcel Laniado, hasta la parada Biblioteca.

A partir de este domingo, el Municipio de Guayaquil comenzará a aplicar la sanción a los conductores que invadan los carriles de la Metrovía con el equivalente a un salario básico ($ 354). Esto será monitoreado a través de cámaras de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) y de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

“Ya ahorita no se meten. De ida ya no hay problema, aunque es mínimo eso... Sí ha ayudado bastantísimo (el anuncio de la sanción por invasión de carril)...”, comentó Saca, y añadió que ahora pueden manejar con tranquilidad.

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Cerca de 90 minutos tarda un articulado de esa troncal en cubrir una vuelta total del circuito. Hasta hace dos semanas, según choferes, les tomaba cerca de dos horas.

Pocos son los vehículos que se atreven ahora a ocupar el carril exclusivo, aunque los articulados avanzan con dificultades en los tramos que no cuentan con exclusividad como son los pasos a desnivel de la av. Carlos Julio Arosemena.

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Los usuarios también comienzan a sentir que los recorridos se aligeran con menos carros entrando al carril de la Metrovía. Maritza Chang, quien acostumbra a usar esta troncal desde la parada Universidad de Guayaquil, nota que hay mayor rotación de vehículos y demoran menos en llegar a las paradas.

“Si antes salía un bus en 10 minutos, ahora salen dos. Cuando retornan va a haber más vehículos en movimiento. Sí hay carros que ya no se meten”, expresó Chang.

En el recorrido por la vía a Daule, uno de los más largos del sistema, los usuarios han notado que en las últimas semanas se ha pintado la leyenda: ‘No bloquear carril’, que se suma a la existente ‘Solo Bus’, que se encuentra en otros tramos.

En la avenida 9 de Octubre y su intersección con la calle Tungurahua está escrita esta última frase, pero no todos los conductores la respetan. Algunos, incluso entran al carril de la Metrovía, sin importarles la presencia del vigilante. (I)

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