Su arte es anónimo. Al menos para quien no ve al artista en plena jornada. En la vía a Samborondón, en el centro comercial Plaza Lagos, se ve a un hombre concentrado, con tiza pastel en mano, creando pequeñas obras de arte sobre un lienzo de madera.

Ignacio Ramírez Tostegui, don Tosti, es un arquitecto de 60 años que se enfocó en la pintura impresionista, un trabajo que desde hace siete años lo volcó a los pasillos de este centro comercial. Él dibuja los menús y anuncios diarios en los letreros de los más de veinte negocios y tiendas.

Frente al cartel de madera, a diario, se sienta en su banco. Su maletín con tizas pastel, en tonalidades frías y cálidas, lápiz pastel y un paño con agua y otro con alcohol, son sus herramientas de trabajo.

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Aunque sus manos se manchen con el polvo que deja en cada trazo que realiza, él cuida cada detalle. No hay residuos, ni manchas.

“A muchos de los visitantes que vienen les gusta lo que hago, no he visto en otro centro comercial este tipo de trabajo. Muchos se quedan impresionados”, comenta.

Sus primeros lienzos los plasmó en su casa, en el suelo, superficie sobre la que trazaba a personajes como Superman o Tarzán. De a poco, esta habilidad lo llevó a las aulas del colegio Bellas Artes y después a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil.

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Cuando se inauguró el centro comercial, comenzó su labor. El estilo que emplea en los letreros, dice, es un arte muy requerido en Europa. Terminarlos, le toma dos horas y media, según su complejidad.

Cada propietario de los locales conversa con él sobre el anuncio que necesita. Ya sea sobre un nuevo plato, en el caso de un restaurante, o un show en vivo, si es un bar. Sus obras pueden durar un día o quedar expuesta varias semanas. En una jornada de trabajo gasta alrededor de diez tizas. Por día, cuenta, llega a realizar de cuatro a seis letreros. Todos hechos a mano.

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“Lo he visto trabajar desde hace tres años que tenemos la tienda aquí y, la verdad, qué orgullo ver que gente aún tenga el arte, el talento que tiene él, que es alucinante”, sostiene el diseñador Gustavo Moscoso, quien posee un local en este centro comercial.

Uno de los establecimientos con la obra que más tiempo le tomó a don Tosti es el restaurante Pintxo Tapas Lounge. En una de sus paredes, frente a la puerta de ingreso, se aprecia una imagen de la iglesia Santiago de Compostela, en España. Su desarrollo, indica Tania Fajardo, cajera del local, captó la atención de los clientes por la realidad de su detalle. (I)