En la cooperativa Unión Fuerza y Desarrollo, de la Nueva Prosperina, en el noroeste, hay preocupación. Pese a que aún no se presentan fuertes aguaceros en la urbe, los de menor intensidad registrados en lo que va de la etapa invernal hicieron colapsar tres casas de caña asentadas en un cerro.

Los ocupantes, tres familias, viven provisionalmente en casa de vecinos y familiares, donde también tienen lo que rescataron de sus pertenencias.

Andrea Vega, quien vive en el sector hace cuatro años, contó ayer que su vivienda se derrumbó el martes pasado a las 04:00. “Mis cosas, mi cocina se me dañaron. Yo cocino abajito, donde mi hermana. Se me dañó la refrigeradora, la mesa”, refirió.

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Maribel Chinga y Karina Casquete también perdieron electrodomésticos y utensilios de cocina cuando sus casas cayeron y se desbarataron.

“Lo primero que yo hice fue coger a mis hijos y salir como pude, todos nos llevamos un susto tremendo”, citó Chinga.

Geomayra Ávila, vicepresidenta del comité barrial, señaló que aunque al sitio ya están llegando obras como el agua potable, en Unión Fuerza y Desarrollo hace falta legalizar los terrenos. Piden que el Cabildo elabore un informe de cuántas casas están en zonas de riesgo y que se las reubique. (I)