En la avenida Barcelona, a la altura del puente Patria, una señalética vertical que indica el límite de velocidad en esa zona es casi imperceptible. Grandes y tupidas ramas de un árbol de samán cubren el letrero.

Según moradores del sector, con la llegada de la época lluviosa los árboles se tornan frondosos, por ello requieren ser podados. Algo similar ocurre en la intersección de las calles Tungurahua y Cuenca.

Pero en este sector la situación supone mayor riesgo, pues las ramas de un árbol tapan un semáforo ubicado en el lado de Tungurahua.

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Vecinos esperan que el árbol sea podado pronto, ya que puede provocar choques. (I)