Galo Chiriboga fue ministro de Minas y Petróleos y embajador en España de este régimen. Es el fiscal general desde julio del 2011 y lidera la nueva etapa de la investigación en torno a los hechos del 30 de septiembre del 2010, que busca confirmar la hipótesis de intento de golpe de Estado.

Cuatro años y medio después de la sublevación policial del 30 de septiembre del 2010, la Fiscalía considera que no hubo una orden de disparar de las FF.AA. durante el rescate del presidente Rafael Correa.

“Quienes disparan son los policías que están amotinados en el hospital y frente a un disparo de ellos, los cuerpos de seguridad militar reaccionaron”, dijo el fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, en entrevista con este Diario.

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Chiriboga argumenta la hipótesis de golpe de estado

Después de cuatro años no se ha podido determinar si lo que ocurrió el 30-S fue un intento de golpe de Estado, ¿por qué ahora se busca desde distintos procesos corroborar esa hipótesis?, ¿qué podría cambiar para concluir en que sí lo hubo?
Desde la opinión técnica de la Fiscalía actual ese delito debió ser investigado de otra forma. Lamentablemente, la administración pasada no lo hizo así y, por lo tanto, no teníamos hasta ese momento los elementos suficientes para poder decir sí o no sobre esa hipótesis. Pero un proceso de cuatro años de investigación nos permite tener ciertos elementos que los vamos a articular uno con otro; por lo tanto, estos años no han sido perdidos, nos han permitido ir en otros procesos escarbando cosas que nos permiten llegar a esta hipótesis.

¿Influyen en algo el testimonio del Gral. Ernesto González, quien dice que antes del 30-S no se tenían referencias de que se estuviera fraguando un golpe de Estado, y que los ministros del presidente Correa siempre dijeron que él estaba a cargo del país? De hecho, él firmó un estado de excepción.
El delito de secuestro o retención, (que) desde el punto de vista del lenguaje son lo mismo, tiene unas características especiales. Primero: el bien protegido es la libertad de movimiento, y cuando esta se ve impedida por razones como pedir algo a cambio, es decir, ‘yo te retengo pero si me das esto te suelto’, allí se comprueba que sí hubo ese hecho, cuando los policías, en varias comisiones, van y se acercan al presidente para que derogue o sustituya una ley. Segundo: hay uso de armas, era un personal armado que impedía la salida del presidente. Y, finalmente, hay un helicóptero que pretende aterrizar en el hospital con el propósito de rescatar al presidente y se impide que eso suceda. Cuando estas situaciones se evidencian, el presidente llama a que lo rescaten. Estos indicios nos permiten llegar, todavía no, pero en su momento, a presumir que había un intento de golpe de Estado y una retención arbitraria de un ciudadano que, en este caso, es el presidente de la República.

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¿Los hechos derivaron en un intento de golpe de Estado o fue un intento de golpe de Estado planificado?, porque, precisamente por cómo ocurrieron los hechos, los sublevados no acorralaron al presidente, el presidente fue al cuartel; incluso, según refiere el Gral. González, a pesar de que Inteligencia le advirtió que no era pertinente.
En primer lugar, quiero dejar claro que el que el jefe de Estado se traslade a una dependencia policial o militar es un hecho normal.

Pero había una condición de sublevación.
De acuerdo, pero es el comandante en jefe de esas fuerzas (...). Segundo, la presencia del presidente ahí obedece a la capacidad que, presumo, había en la Función Ejecutiva de saber por qué estaba ocurriendo eso, porque sus organismos de seguridad no lo habían alertado de eso. La opinión que hace el Gral. González sobre que es inconveniente que vaya... perfecto, pero esa es una sugerencia que hacen los militares, que un jefe de Estado no está obligado a cumplir.

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Más allá del derecho que tenía el presidente de ingresar, si los sublevados querían dar o respaldar un golpe de Estado, es otro tema.
Es correcto. ¿Qué es lo que presume la Fiscalía? Que el secuestro era un delito medio para buscar una desestabilización del sistema constitucional. Que la suspensión de servicios policiales era un delito medio para crear una situación de anarquía. En ciudades como Guayaquil saquearon locales comerciales y, sorprendentemente, cuando falla el golpe, todas las cosas fueron devueltas; es decir, se presume, por lo tanto, que la Policía sabía de antemano quiénes iban a hacer esos saqueos y dónde había ido a dar el resultado de esos saqueos. Cuando termina la crisis, quienes se llevaron licuadoras, televisores, refrigeradoras los devolvieron. ¿Cómo? En una acción policial que fue a cada una de esas casas a rescatar esos artículos.

Entonces, ¿fueron cómplices?
Me parece, y esto también es una hipótesis; todo lo que digo son hipótesis que tengo que comprobarlas. La hipótesis que tiene la Fiscalía es que hubo un acuerdo para producir esos saqueos.

¿Qué peso tendrán en la investigación las declaraciones que dieron los ministros aquel día?
Las versiones que dan los ministros son, simplemente, mecanismos de información que tiene la Fiscalía y eso se usará en la parte final del proceso como pruebas. Vamos a tratar de hacer una reconstrucción de los hechos, es una diligencia importante, de una complejidad muy alta, porque tendrán que estar desde el presidente de la República, los ministros, el helicóptero.

Eso permitiría ver lo que pasó, pero algo que no pasó y que para un golpe de Estado es esencial es que alguien reclame el poder.
Es porque, precisamente, lo que tenemos como teoría del caso hasta ahora es una tentativa y no finalmente un golpe de Estado.

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¿El informe de la Comisión Especial creada por el presidente en el 2013 cuenta para esta investigación penal?
Para nada, estos informes de comisiones especiales son simplemente noticias de infracciones que no vinculan, es más yo nunca vinculo los informes de esas comisiones a nuestras investigaciones...

Este informe habla del llamado golpe blando. Allí se concluye, y el presidente lo ha repetido, que la prensa ocasionó el escenario para que esto ocurra, y se refiere a la información publicada previamente. ¿Qué infracción podría constituir eso?
El golpe blando es una categoría que está en otra ciencia que es la ciencia política, y nosotros estamos en la ciencia penal y por lo tanto esa categoría, por muy respetable que sea, en esta ciencia no es aplicable. En segundo lugar, que es lo que se presume ocurrió, había una actividad preparatoria para generar estas condiciones (...), el presidente ha mencionado que los medios de comunicación difundían esto. Lo he dicho en varias ocasiones que esa es una actividad de los medios, acertada o desacertada; pero, hasta el momento, la Fiscalía no considera que haya una participación en el delito, eso lo quiero también dejar establecido. Los medios juegan un papel depende de quien lo mire bueno o malo y en este caso, hasta ahora la Fiscalía no ha llegado a tener elementos que nos permitan (...) que ese papel es parte de un delito como el que investigamos.

El Gral. González y el coronel César Carrión, director del hospital donde ocurrió el rescate, hablan de un mal manejo de crisis. ¿Eso pudo repercurtir dentro de lo que pasó finalmente?
Insisto, esa es una tarea de la Función Ejecutiva. Manejar una crisis de esta naturaleza imagino tendrá sus protocolos, nosotros lo que tenemos que investigar son los hechos.

Cuatro años después se ha dicho que el presidente ordenó su rescate. Lo dice el Gral. González en su libro y él lo ratifica, pero aún no se determina quién ordenó disparar contra el hospital. ¿Eso se va a poder saber?
Primero, no olvidemos que quien pide el rescate es el comandante, el jefe de las Fuerzas Armadas. Quién ordenó disparar contra el hospital es una afirmación... no hay una orden de disparar de Fuerzas Armadas, quienes disparan son los policías que están amotinados en el hospital y frente a un disparo de ellos, los cuerpos de seguridad militar reaccionaron. Eso también lo tenemos claramente establecido ya en los expedientes (...). Por lo tanto, esa teoría de quién ordenó el disparo creo que quedará evidenciada en esta investigación. (I)

‘Los medios juegan un papel y en este caso, hasta ahora la Fiscalía no ha llegado a tener elementos que nos permitan (...) que ese papel es parte de un delito como el que investigamos”.