El gobierno brasileño teme que en caso de que no llueva lo suficiente en los próximos meses y no se reduzca el consumo de agua, el suministro en el estado de Sao Paulo sufra un colapso a mediados de este año.

Según informan este sábado medios locales, la posibilidad de que en cuatro o cinco meses queden completamente secas las represas que alimentan al estado más populoso del país fue evaluada el viernes, durante una reunión ministerial celebrada en Brasilia.

De acuerdo con el diario "Folha de Sao Paulo", los seis ministros presentes en el encuentro evaluaron como un escenario menos pesimista que el colapso en los reservorios de agua se produzca en septiembre.

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"Está habiendo una afluencia (de agua a los reservorios) mucho menor de lo que fue registrado desde 1930. Son 84 años de monitoreo y nunca se vio en el sudeste brasileño una situación tan sensible y preocupante", dijo la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, citada por el rotativo.

Situación del agua potable

La crisis hídrica abarca además de Sao Paulo, a los estados de Río de Janeiro y Minas Gerais.

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El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff citará a los gobernadores de los tres estados afectados por la crisis para que presenten sus respectivos planes de contingencia, con los cuales se elaborará una acción conjunta destinada a minimizar los perjuicios a la población, derivados de la falta de agua.

Una de las medidas preventivas que ya adoptó la Presidencia fue incluir en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) una obra que permitirá aumentar la disponibilidad de agua en el Sistema Cantareira, el cual abastece a la metrópolis de Sao Paulo y su región metropolitana.

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El proyecto prevé la transposición de las aguas de la cuenca de Paraíba do Sul al Sistema Cantareira, a través de un canal que conecte la represa de Atibainha, que abastece a Sao Paulo, y el reservorio Jaguari, localizado en Río de Janeiro. La obra tiene un valor estimado de 830,5 millone de reales (unos 319,4 millones de dólares).

También se manejaron durante la reunión, según "O Estado", algunos criterios que primarían en caso de que haya que implementar el racionamiento de agua.

Se decidió que en tal caso, los hospitales y residenciales no serán objeto de racionamiento. También se mencionó que en casos extremos, se recurra a la alteración de los horarios de clases e incluso su suspensión, en última instancia. (I)