Directivos de planteles particulares creen que negarles la matrícula para el próximo año lectivo a los estudiantes cuyos padres hayan tenido problemas de morosidad es un logro para bajar el alto porcentaje de deudas que enfrenta el 80% de estas instituciones en la ciudad.

El lunes pasado, Augusto Espinosa, ministro de Educación, informó sobre esta decisión. “No podemos obligar que un establecimiento privado sostenga a un estudiante cuyos padres no están pagando”, reiteró.

Justamente, esta información ya había llegado a algunas instituciones hace un mes y, a otras, hace 15 días, lo cual ha generado un cambio positivo, señaló Roberto Passailaigue, rector del centro Ecomundo.

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Lo dijo al referirse a que del 50% de padres que tenían atrasos en las pensiones, un 30% se acercó a cancelar, luego de remitirles la disposición.

“Si bien esto es una ayuda, debemos ir más allá, ¿por qué esperar todo el año?”, indicó, al plantear que también se debería implementar que al tercer mes de atraso se reubique al estudiante a un centro fiscal.

Con él coincidió Elías Sánchez, rector de la Academia Naval Almirante Illingworth, donde el 10% del alumnado no está al día con sus pagos.

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En la Academia Naval Guayaquil, el acuerdo entre padres y el colegio a través del centro de mediación judicial ha sido más efectivo para crear compromisos de pago; 170 representantes cancelan por esta vía, dijo la rectora, Gardenia Manyoma.

La educadora prepara el listado de 216 padres que mantienen deudas superiores a $ 400 para enviarlas al Distrito, como dice el escrito del Ministerio, para que los alumnos sean incluidos en el sistema fiscal.

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Padres de familia, como Walter Holguín, afirmaron estar de acuerdo con la medida. (I)