El presidente Rafael Correa recorrió e inauguró ayer la rehabilitada ruta ferroviaria de 27 km Otavalo-Ibarra, con sus estaciones, que en Imbabura forma parte del denominado Tren de la Libertad.

Ayer, a las 11:00, el inconfundible silbido de una locomotora a vapor, asignada con el número 18, llamó la atención de los habitantes del barrio Copacabana de la ciudad de Otavalo.

El humo de la chimenea empezó a salir mientras remolcaba cuatro vagones de pasajeros. Después de casi 40 años, los otavaleños volvieron a vivir el paso del tren. Un grupo se aglomeró en la restaurada estación ferroviaria para ver llegar a la locomotora que realizó el viaje inaugural de esta ruta.

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La locomotora inició su recorrido con un doble silbido y sus primeros 120 pasajeros.

La azafata Kelly Villalva dio la bienvenida a los viajeros. En el trayecto narraba las leyendas de Taita Imbabura y Mama Cotacachi, los volcanes que simulaban hacer reverencia al tren.

La primera parada fue en la rehabilitada estación Andrade Marín, cantón Antonio Ante, donde Correa y los otros pasajeros comieron platos típicos y luego recorrieron el museo de la Fábrica Textil Imbabura.

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A las 15:00, el viaje se reanudó y los viajeros se tomaron selfies. En la estación San Antonio, Correa bajó y saludó a quienes lo recibieron con una danza. Rumbo a Ibarra, desde la ventana se vio el paso por un puente de piedra y a la ciudad. Al llegar, buses y autos se detuvieron al paso de la locomotora.

El presidente calificó al tren como el más bello del mundo y dijo que se han restaurado 500 km de línea férrea y en ello se ha empleado a 21.300 personas, 600 de ellas en Imbabura. (I)