El juez instructor del "caso Nóos", la trama de corrupción protagonizada por el cuñado del rey Felipe VI, rechazó este viernes admitir a trámite el recurso de apelación interpuesto por la infanta Cristina para evitar ser juzgada.

El juez José Castro ratifica así el procesamiento de la hermana del monarca. El 22 de diciembre, decidió mandarla al banquillo de los acusados junto a su marido, Iñaki Urdangarin, y otras 15 personas presuntamente relacionadas con la trama.

En un auto dictado este viernes, el magistrado rebate los argumentos de los abogados de la infanta, a la que acusó de cooperación necesaria en dos presuntos delitos fiscales presuntamente cometidos por su esposo y le reclamó 2,6 millones de euros en concepto de responsabilidad civil.

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Aunque Castro especificó en su momento que el auto de apertura de juicio era irrecurrible, los abogados de la infanta le pidieron que elevara su recurso a la Audiencia de Palma.

La defensa de la hermana de Felipe VI apuntó desde un principio a la llamada "doctrina Botín", que establece que una acusación popular -en este caso la del pseudosindicato ultra Manos Limpias, que pide ocho años de prisión para la infanta- no está legitimada a enviar a un imputado a juicio contra el criterio de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, como es el caso.

Castro dijo en el auto conocido hoy que no hay "el menor rastro" de la solicitud de los abogados de la defensa para que se pronunciara sobre la aplicación de la "doctrina Botín" y recalcó que la única petición expresa fue el sobreseimiento de la causa para la infanta.

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Criticó también a la defensa por difundir "incansablemente" ante los medios de comunicación la posibilidad de aplicar en el caso de la infanta esta jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo.

"La técnica es tan antigua como el ser humano. Se lanza una afirmación que no responde a la verdad con la esperanza de que habrá alguien que la asuma sin comprobarla", escribió el juez en el auto, difundido por medios españoles.

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Recurso de queja

Tras conocer la decisión del magistrado, el abogado de la infanta Miquel Roca calificó este viernes la situación de "insólita". Insistió en la inocencia de su defendida y confirmó que no presentará un recurso de queja para no dilatar más el procedimiento.

"Es el primer caso en la historia procesal reciente de España en el que alguien a quien se acusa de delito fiscal será juzgado en contra (del dictamen) de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado", expresó el letrado, uno de los padres de la Constitución española y amigo del rey Juan Carlos.

Se prevé que el proceso pueda arrancar en la segunda mitad de 2015 en la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca.

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Cristina de Borbón, de 49 años, se convertirá en el primer miembro de la realeza española que se sentará ante un tribunal en el banquillo de los acusados. Se enfrenta a hasta cuatro años de cárcel por dos delitos fiscales.

En las últimas semanas, los principales partidos políticos de España pidieron que la hermana de Felipe VI, sexta en la línea de sucesión al trono español, renuncie a sus derechos dinásticos. Hoy volvió a incidir en ello el Partido Socialista (PSOE), el más importante de la oposición en España.

Para Urdangarin, ex jugador profesional de balonmano de 46 años, la Fiscalía pide casi 20 años de prisión. Será juzgado por haberse apropiado presuntamente de seis millones de euros de dinero público junto a su ex socio en el Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro vinculada al mundo del deporte.

El marido de la infanta está acusado de nueve delitos, entre ellos malversación de caudales públicos, estafa y blanqueo de capitales.

Tanto la infanta como su esposo fueron apartados de la agenda oficial de la casa real a finales de 2011, cuando se produjo la imputación del ex deportista.

El "caso Nóos" supuso el mayor golpe en los 38 años de reinado de Juan Carlos I, quien abdicó en junio en su hijo, ahora Felipe VI.

Cristina y su hermana, la infanta Elena, dejaron de formar parte de la familia real por deseo del nuevo monarca poco después de su llegada al trono.

Desde 2013, Cristina y Urdangarin residen junto a sus cuatro hijos en Ginebra (Suiza), a donde se mudaron en un intento de huir de la presión mediática y social. (I)