El 26 de enero de 1995 se produjo el primer enfrentamiento de militares ecuatorianos y peruanos en el lado oriental de la Cordillera del Cóndor por el control de una zona en disputa en la frontera entre Ecuador y Perú. El conflicto bélico duró más de un mes. El general en servicio pasivo Paco Moncayo, quien comandaba entonces el Ejército del Ecuador, rememora esos episodios.

A puertas de recordarse los 20 años de la guerra del Cenepa, ¿de qué resultados podemos hablar?
De resultados positivos. Primero, se logró sentar al Perú a la mesa de negociación, pues antes de 1995 el Ecuador le pedía discutir los temas pendientes de su relación fronteriza y ese país sostenía que todo se había solucionado con el Protocolo de Río de Janeiro en 1942. En febrero se firma la Declaración de Paz de Itamaraty (Brasil) que determinó la retirada de las tropas de ambos países. Ahí los peruanos tuvieron que aceptar que existían impasses que tenían que negociarse. A partir de entonces y durante tres años y medio, en condición de iguales, en presencia de los países garantes, se discutieron los puntos positivos y negativos.

¿Usted cree que la paz se logró dignamente?
Yo creo que fue una paz digna porque se negoció. El argumento del Ecuador era que no existía un divisor de aguas entre los ríos Santiago y Zamora, y, por tanto, era inejecutable el Protocolo; (pero) las comisiones técnicas y jurídicas que se formaron le dieron la razón al Perú.

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¿En la negociación el Ecuador perdió territorio?
Por supuesto. Es que cuando las comisiones determinaron que sí existía el divisor de aguas, toda la tesis ecuatoriana defendida desde 1947 se desplomó. Pero también se obtuvieron algunas cosas; por ejemplo, que podamos desarrollar en las orillas del Amazonas dos centros industriales y de comercio, que si bien no son soberanos del Ecuador, pueden ser muy significativos en lo económico.

¿El esfuerzo militar que se hizo hace 20 años por defender la frontera se vio reflejado en los acuerdos?
Se vio reflejado en las negociaciones, pese a que esa época para el Ecuador fue nefasta frente al Perú que tenía una política estable. (Alberto) Fujimori negoció con cinco presidentes: Rodrigo Borja, Sixto Durán-Ballén, Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón y Jamil Mahuad; y eso también dificultó los acuerdos, mientras que el Ejército de Perú se repotenciaba.

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles que le tocó vivir?
Me tocó vivir momentos tremendos, pero el peor de todos fue la crisis del gobierno de Bucaram, porque mientras aquí se desarrollaban esas disputas politiqueras, como Fuerzas Armadas sabíamos que teníamos 200 tanques en Tumbes con los motores prendidos para aprovechar cualquier error que hubiésemos cometido.

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¿Cómo se superó eso?
Los militares nos comprometimos seriamente con la democracia y la soberanía, porque no faltaron voces para que nos tomáramos (el poder)... Nuestro deber era proteger la seguridad interna y externa del país, no era solucionarle los problemas al presidente, a la vicepresidenta ni al Congreso. (I)