Aunque en ciertos sectores de la ciudad hubo poca concurrencia durante la mañana de ayer, en otras zonas el movimiento fue intenso por la presencia de vendedores de monigotes y caretas, que aprovechan la festividad para mejorar sus ganancias.

Además, de la concurrida calle 6 de Marzo, la única que ha sido delimitada por el Cabildo para la venta de años viejos, sectores como la avenida José María Velasco Ibarra, en la ciudadela Bellavista, albergan desde la semana pasada a más de una veintena de comerciantes.

En esta zona norte, ambas veredas se han transformado en los puestos improvisados de artesanos. Desde el pasado 19 de diciembre, Cinthya Toala llegó hasta este sitio para asegurar su espacio. En parte de la acera ha colocado los muñecos de cartón y papel periódico que confeccionó con la ayuda de su hermano. “Hace ocho años vendemos en esta zona. Aquí nos quedamos durmiendo porque la venta se pone fuerte desde esta semana”, dice Toala.

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Los precios y diseños también son variados. Personajes de series infantiles y políticos, según el tamaño, se comercializan desde $ 8 hasta $ 170.

“Desde mayo, cada vez que regreso de trabajar como vendedor ambulante comienzo a hacer los años viejos, yo también vine desde el 19 de este mes para vender”, sostiene Ángel Zambrano, de 42 años.

Afuera del centro comercial Albán Borja, al norte de la urbe, también se ofertan años viejos. A un costado de la vía, Salomón Santos vende los monigotes de aserrín. “Las caretas si las quiere individual están a $ 2 y con el monigote entero están a $ 8”, comenta Santos.

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La zona se volvió comercial para ellos, dice, desde la semana pasada en que colocaron sus puestos para vender chispeadores y caretas que comercializan desde $ 4.

María José Rodríguez se acercó con su familia a estos puestos para comprar una pantera rosa, personaje de una serie televisiva, para sus hijos.

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“La oferta es igual de variada que en el centro y es más fácil transitar porque no hay mucha gente”, sostiene.

En el sur, en las calles El Oro y Guaranda los artesanos comercializan, en su mayoría, los tradicionales años viejos con aserrín.

Miguel Ángel Murillo los fabrica desde hace cuatro años. Para él, la venta fuerte se inicia desde hoy, cuando los compradores buscan ofertas.

“Todos los años vendo los monigotes en esta calle. Yo vengo desde Manabí para esta fecha, para dedicarme a esta actividad”, explica el comerciante José Vergara.

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Otras zonas donde hay monigotes son las calles García Goyena, la 25, la 17, la 38. (I)

Autorización
El Municipio de Guayaquil indicó en un reciente comunicado que la calle 6 de Marzo, desde el tramo de Franco Dávila hasta Venezuela, es el único lugar autorizado para la venta masiva de los años viejos.

Prohibición
El Cabildo porteño también anunció que en esta zona está prohibida la venta y manipulación de juegos pirotécnicos, material combustible, pólvora, camaretas, por la presencia de viviendas cercanas y la complejidad del acceso a la mencionada vía, en esta época.