Una cocina de tres quemadores en la casa de Gabriela Bonifaz, propietaria de la microempresa Mishky Huarmy (dulce mujer), es el taller artesanal donde se produce la miel de penco o sirope, savia dulce que se extrae de las plantas de la cabuya o pencos maduros, en Cayambe, en el noreste de Pichincha.

“Era el endulzante que se utilizaba antes de la llegada de los españoles”, sostuvo la microempresaria, quien agregó que siempre ha estado interesada en la alimentación natural y saludable. Indicó que la miel de penco es popular en otros países por sus propiedades medicinales como para combatir la artritis, ser apta para diabéticos así como no elevar el nivel de azúcar en la sangre.

“Se le corta una hoja y se le hace un hueco cerca del corazón, donde se le va raspando, se le extrae este líquido dulce”, explicó Bonifaz sobre el proceso de extracción. Ese líquido llamado chaguarmishky o dulce de penco se lo adquiere a 8 mujeres de 4 comunidades de Cayambe, y dependiendo de la cantidad se lo hierve por aproximadamente 4 o 5 horas hasta que se reduzca, se lo envasa al vacío y se lo consume como miel o mermelada.

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Están en el mercado desde 2012 y su inicio –menciona– fue difícil por el poco conocimiento local que se tiene del producto, y de “la nada”, envasándolo en recipientes reciclados, creando el logotipo y vendiéndolo a su familia. Actualmente, el producto se encuentra en locales comerciales de Quito y Guayaquil, se exhibe en ferias y hay la aspiración de exportarlo. Como derivaciones también venden uvillas con ají y chaguarmishky, flores de penco encurtidas en vinagre, entre otros productos. (I)