La ministra británica de Interior, Theresa May, negó este lunes ante un comité parlamentario que se pidiera eliminar detalles referentes al Reino Unido del informe del Senado estadounidense sobre las torturas de la CIA.

No obstante, la responsable de la seguridad del Reino Unido admitió ante los diputados del Comité de Asuntos Internos de Westminster que se hizo "algún trabajo" para que no se incluyera en ese documento información que pudiera dañar la seguridad nacional.

Con todo, May dijo que las informaciones que apuntan a que ella habló con funcionarios estadounidenses sobre ese asunto son "inexactas".

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Tras la publicación del informe, un portavoz de Downing Street, residencia y despacho oficial del primer ministro británico, David Cameron, detalló que los servicios secretos del Reino Unido mantuvieron contactos con sus colegas de Estados Unidos y precisó que, si se hubiera producido "cualquier censura, habría sido por razones de seguridad nacional".

"Yo, ciertamente, no he pedido que se excluya nada del informe", afirmó hoy May, quien aseguró que se reunió en septiembre pasado con la senadora demócrata Dianne Feinstein, que presentó el estudio en la Cámara Alta estadounidense, para tratar "otras cuestiones".

La responsable de Interior subrayó que no conoce "evidencia alguna" de que el Reino Unido haya estado involucrado en torturas, una práctica que calificó de "detestable" y "errónea".

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El Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico investiga actualmente si el Reino Unido fue cómplice de malos tratos contra sospechosos en colaboración con Estados Unidos, unas pesquisas en las que las fuerzas de seguridad británicas están abiertas a colaborar, resaltó May.

El presidente del Comité de Asuntos Internos, Keith Vaz, anunció que planea llamar a la senadora estadounidense Feinstein el próximo año para que aclare ante los diputados británicos la intervención del Reino Unido en el informe.

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Este documento, divulgado la semana pasada por el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, señala que la Agencia Nacional de Inteligencia (CIA) llevó a cabo interrogatorios "más brutales" de lo que admitió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Los medios británicos indicaron hace unos días que unas referencias a los servicios secretos del Reino Unido fueron eliminadas del texto del Senado a petición propia. (I)