Existía en las escuelas, restaurantes, salas de espera, hospitales, iglesias, baños, prisiones, autobuses... La discriminación iba dirigida a las personas de raza negra en Estados Unidos.

“Separados pero no iguales” era el lema con el que se aplicaban las leyes racistas, vigentes en EE.UU. entre 1876 y 1965, llamadas Códigos Negros o Jim Crow en alusión al personaje que representaba el actor blanco Daddy Rice que pintaba su cara con carbón para caricaturizar al afroamericano.

Casi 50 años después el debate racial se ha retomado en Estados Unidos ante la ola de protestas de la comunidad negra por las decisiones de dos jurados de no imputar a policías blancos por la muerte de los afroamericanos Michael Brown, en Ferguson (Misuri) y de Eric Garner en Nueva York. Ambos estaban desarmados.

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Barack Obama, el primer presidente estadounidense afroamericano, ha señalado que el racismo tiene raíces profundas en la historia y la sociedad, pero considera que se han logrado avances. “Lo que nos ayudará a resolverlo es entender que, más allá de lo doloroso que son estos casos, no son comparables con lo que ocurría hace 50 años (...) Si le pregunta a sus padres, abuelos, le dirán que las cosas son mejores ahora, no buenas, sino mejores”, indica.

Las leyes segregacionistas Jim Crow surgieron en el sur al término de la guerra civil (1861-1865). Once estados que formaban la Unión (sur) y que estaban a favor de la esclavitud perdieron contra la Confederación (21 estados del norte), que se oponía a la discriminación.

En 1863 el presidente estadounidense Abraham Lincoln adoptó una medida de carácter excepcional en tiempos de guerra e hizo pública la Proclamación de Emancipación de los esclavos, pero esta no se aplicó en los estados sureños.

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En enero de 1865, antes del término de la guerra civil, la Cámara de representantes aprobó la Decimotercera Enmienda a la Constitución que prohibía definitivamente la esclavitud en todo el territorio de la Unión. A esta se sumaron la Décimo Cuarta Enmienda y la Décimo Quinta Enmienda, que establecía los derechos civiles en todos los estados. Ahí se inició el periodo de la Reconstrucción (1865-1877), dedicada a la reintegración de los estados del sur secesionistas. Sin embargo, después de esta etapa, el sur volvió a estar dominado por los blancos y a imponerse leyes segregacionistas, heredadas de la esclavitud del siglo XIX.

Muchos afroamericanos enfrentaron vejaciones, pero algunos decidieron desafiar estas leyes. En la década del 60 surgieron movimientos que luchaban por los derechos civiles de la comunidad negra.

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Rosa Parks, una afroamericana de 42 años nacida en Alabama, Montgomery, fue una heroína en esta lucha. Era costurera de profesión pero también ayudante en la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color. El 1 de diciembre de 1955 cambió la historia para los afroamericanos al negarse a ceder su asiento en el bus a un blanco, como lo mandaba la ley. Fue presa y multada con $ 14.

Un compañero activista, E. D. Nixon, pagó la fianza y Parks quedó libre. Su caso tuvo efectos irreversibles. Más de 17 mil afroamericanos planificaron un boicot de autobuses en Montgomery. Lo dirigió el reverendo Martin Luther King Jr. que pidió que se luchara sin violencia. Cuatro días después de la liberación de Parks ningún afroamericano usó el transporte público. Se movilizaban en bicicletas, compartían carros o caminaban hacia sus trabajos.

Los afroamericanos eran la mayoría de usuarios de este transporte, por eso la compañía empezó a tener pérdidas. El paro duró 382 días. El caso Parks llegó a la Corte Suprema.

Luther King Jr. es durante ese año blanco de ataques. Es arrestado y sufre un atentado de bomba en su casa. El 19 de noviembre de 1956, la Corte Suprema declara inconstitucional las leyes segregacionistas en Montgomery. Por cerca de 15 años el reverendo lideró el movimiento por los derechos civiles hasta su asesinato (4 abril de 1968). Empleaba la doctrina de la no violencia como Gandhi y defendía la integración de las razas. El triunfo de esta histórica lucha quedó plasmado en la Ley de Derechos Civiles (1964) y la Ley de Derechos del Votante (1965). Otro de los activistas contra el racismo fue Malcom X. Su visión se contraponía a la de Luther King. Abogaba por la separación de los negros y blancos. “No soy un racista, ni suscribo ninguna de las ideas racistas. Se puede decir, con toda honestidad y sinceridad, que solo deseo libertad, justicia e igualdad para todo mi pueblo”, dijo el activista. (I)

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