Siete ‘rupturas’ se produjeron en los últimos ocho años de democracia, sentenció el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Domingo Paredes, en el marco del homenaje que recibió el miércoles pasado por parte del Tribunal Contencioso Electoral (TCE).

El reconocimiento se extendió a la consejera Roxana Silva. Ambos dejarán el CNE una vez que concluya el proceso de selección de los dos vocales que los reemplazarán.

La primera ‘ruptura’ es la inestabilidad política que ha vivido el país, pues entre 1812 y 2006 (176 años) hubo 93 mandatarios y 20 constituciones; por ello hubo ingobernabilidad, dijo Paredes en su intervención en el primer congreso sobre ‘El rol del juez electoral en un Estado democrático’.

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Según el consejero, desde el 2007 –año en que llegó al poder Rafael Correa– se vive “estabilidad política y estabilización de las instituciones públicas”.

La segunda ruptura, afirmó, es el surgimiento de nuevos líderes a nivel nacional. “Esos líderes, que ciertas tendencias llaman autoritarios. Qué Estado no es autoritario, qué Ejecutivo no tiene que ejercer la autoridad”, añadió.

La tercera ruptura, según Paredes, fue haber roto la teoría del péndulo de izquierda a derecha y viceversa.

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Al hablar de la siguiente ruptura se refirió al desgaste político. A su criterio, ahora cada vez más líderes de la región tienen índices altos de aceptación y credibilidad.

La quinta ruptura fue “romper la pirámide”; es decir, que actualmente se construyen estructuras horizontales (en las agrupaciones políticas).

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La sexta ruptura, en cambio, es el capital humano, pues ahora, dijo, existe mayor participación ciudadana.

La última, según el funcionario, es la teoría con resultados: antes se sabía con anticipación quién ganaría las elecciones, ahora las autoridades llegan por voluntad popular. (I)