Con el traslado de 681 personas privadas de la libertad (PPL) del Centro de Detención Provisional (CDP) de Quito, la noche del lunes pasado, se completó el desalojo total del complejo carcelario del antiguo penal García Moreno, que está ubicado en el centro de la ciudad.

El operativo se inició a las 23:00 y contó con el resguardo de 300 policías y funcionarios del Ministerio de Justicia, encargado del sistema de rehabilitación. En total se utilizaron catorce buses que movilizaron a los detenidos que, en su mayoría, son personas que no tienen sentencias en firme.

Se conoció que 485 PPL fueron llevados a la cárcel de mujeres de El Inca, ubicada en el norte de la capital, mientras que los restantes 196, al Centro de Rehabilitación Social Regional de Cotopaxi.

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Según el Ministerio de Justicia, con este traslado se busca completar la meta de hacinamiento cero para el 2014 y “la aplicación de verdaderos procesos de rehabilitación de las personas privadas de libertad y su posterior reinserción”, señaló un comunicado.

Pero el traslado generó nuevas escenas de llanto y desesperación en los exteriores del CDP, donde los familiares de los internos reclamaron que no se les haya comunicado de la medida y buscaban información sobre el lugar al que fueron llevados sus seres queridos.

La mayor queja es sobre lo distante que está el Centro de Rehabilitación de Latacunga y el régimen de visitas, que deben ser solicitadas previamente a través de la página web del Ministerio de Justicia. (I)