Un turista francés que cayó a una pendiente de 300 metros falleció en el volcán Imbabura. Según los habitantes del sector la falta de señalización en los senderos y la neblina habrían sido las causas del deceso.

Bernard Bosk explicó que la última vez que vio con vida a su amigo Andre Tagakli, de 61 años, fue el pasado lunes a las 11:00, cuando a pocos kilómetros de la cima decidieron separarse para hacer fotografías y excursionar.

Los extranjeros habían establecido un punto de reencuentro, pero al ver que Andre no llegaba, Bosk decidió pedir ayuda a la Policía.

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Pablo Vásquez, jefe del grupo de rescate de los Bomberos de Ibarra, detalló que a las 17:00 del lunes ascendieron al volcán para iniciar las tareas de rescate, pero la oscuridad, el frío, la neblina y lo agreste del camino impidió sus tareas.

“Retomamos el trabajo a las 06:00 (del martes) con los canes amaestrados y personal del GOE, logrando localizar sin vida al hombre de 61 años. Fue hallado en una pendiente ubicada en el sector conocido como Jardín Encantado, a 2.400 metros sobre el nivel del mar”, señaló Vásquez.

Cerca de 60 comuneros ayudaron al rescate, ellos aseguran que no es la primera vez que los turistas se pierden en los senderos.

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“El Taita Imbabura es celoso, hay veces que engaña a los turistas con la neblina y les hace desviar del camino. Y como no hay letreros se pierden”, dijo Lucila Matango, habitante del sector.

Henry Acosta, jefe del GOE de Imbabura, detalló que las tareas de rescate duraron aproximadamente 24 horas y que el personal tuvo que utilizar cuerdas para el rescate y trajes de montaña que los proteja del frío y los fuertes vientos.

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El cadáver fue trasladado hasta la morgue del hospital San Vicente de Paúl de la ciudad de Ibarra, donde se le practicará la autopsia para determinar las causas del deceso.

Bernard Bosk explicó a las autoridades que se comunicó con los familiares de su amigo para que viajen hasta Ecuador y poder tramitar la repatriación de Tagakli.