Petrillo es un sector frutero. Así lo describe el comerciante lojano Oswaldo Montaño, residente de Guayaquil, quien detiene su carro en este poblado de Nobol para comprar mangos.

Marisela Alejandro, dueña de un puesto de frutas al filo de la vía a Daule, le da cinco por $ 1, de la variedad Tommy Atkins, que es exportable.

El mango y la ciruela son las frutas con más presencia en unos treinta puestos ubicados a los costados de la carretera. Es el comercio de la fruta, cosechada en su tierra, lo más representativo de este recinto noboleño que hoy conmemora 77 años de fundación.

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Grace Palle, presidenta de la localidad, destaca que Petrillo es agrícola, que destina 5.000 hectáreas para la producción de arroz, pero pide la construcción de un sistema de riego que supla a los pozos, “que se están secando”.

En su zona montañosa hay haciendas copadas de árboles de ciruela y mango. Otras dedicadas a la producción de arroz, maíz, melón, sandía u otro sembrío de ciclo corto. De ahí que la rehabilitación de la vía Petrillo-La Artillería, de 16 km, es un anhelo para los petrillenses.

La vía es de dos carriles, con tramos lastrados y de carpeta asfáltica deteriorada.

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Palle asegura que ha mandado oficios a la Prefectura pidiendo la mejora vial.

Este Diario consultó al organismo provincial cuándo podría intervenir el camino en mención. La respuesta está pendiente.

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El comerciante Wladimir Ruiz, quien en su camioneta va por frutas a las haciendas, sostiene que por el mal estado del camino a La Artillería los carros no copan su capacidad. “A un camioncito de 50 quintales solo se le pone 30”, comenta.

Ruiz y su esposa, Soraida Díaz, forman un dúo de trabajo que casi a diario se adentra a la zona montañosa en busca de fruta.

El lunes 1 consiguieron 50 cajas de mango para cumplir con el pedido de los esposos Demecio Jiménez y Lucía Abad, quienes, en cambio, se encargan de los envíos al mercado cuencano, que supone un cliente común en Petrillo.

No fue aislado que Gerardo Campuzano “mandara” aquel día 100 cajas de mango reina o melocotón a la capital azuaya. Recibió $ 11 por cada una.

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Petrillo, comunidad con alrededor de 8.000 habitantes, según la presidenta Palle, es también domicilio de industrias.

Ella resalta que al menos diez se han establecido en el recinto, entre ellas una fábrica de pinturas y una reencauchadora de llantas. “Hemos pedido que los habitantes de acá sean considerados como mano de obra”, expresa Palle.

Datos sobre planes municipales previstos en Petrillo o del número de industrias asentadas en el recinto fueron requeridos al Municipio, que no respondió hasta el cierre de esta edición.