La Coalición Nacional Siria (CNFROS) expresó ayer su ‘extrema’ preocupación por la decisión del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU de suspender la ayuda alimentaria que ofrecía a 1,7 millones de refugiados sirios.

En un comunicado, el presidente de CNFROS, Hadi Bahra, afirmó que los desplazados dependen ‘desesperadamente’ de esta asistencia.

Recordó que recientemente algunos refugiados sirios han muerto de frío en el Líbano y “las consecuencias catastróficas del invierno han empezado ya a causar un sufrimiento inmenso”.

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El PMA anunció la suspensión por falta de financiación de los vales de comida para los sirios y pidió a la comunidad internacional donativos para reanudar esta iniciativa.

Bahra advirtió de que la desaparición de los vales de comida hará que “miles de familias se mueran de hambre y someterá a más presión a los ya exhaustos países de acogida, que luchan para alojar a cientos de miles de refugiados sirios”.

El dirigente opositor subrayó que la comunidad internacional tiene “la obligación moral” de evitar la hambruna que acecha a refugiados suministrando los fondos necesarios para que funcione el PMA.