El presidente estadounidense, Barack Obama, quiere que más policías estén equipados con cámaras en sus uniformes y ordenó que se revise el suministro de armas militares excedentes a los agentes, informó ayer la Casa Blanca tras la reunión del mandatario y su gabinete para estudiar el caso de Ferguson.

Obama quiere destinar $75 millones en tres años para equipar con 50.000 cámaras en los uniformes de los policías.

La decisión del jurado de no abrir un proceso penal contra el policía blanco que mató a un joven afroamericano desarmado desató nuevos disturbios la semana pasada en Ferguson.

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Tras la dura respuesta de la policía a los manifestantes, Obama ordenó que se revisen los programas que permiten que la policía civil compre equipamiento militar al gobierno.

Obama tenía previsto recibir a jóvenes activistas por los derechos civiles, policías, religiosos y políticos locales, para hablar sobre cómo mejorar la confianza entre la población afroamericana y los uniformados.