Con el fin de generar mayores ingresos para el Estado y proponer una política contracíclica frente a la caída del precio del petróleo, el presidente Rafael Correa envió el viernes pasado a la Asamblea, como económico urgente, el proyecto de Ley Orgánica de Incentivos a la Producción y Prevención del Fraude Fiscal.

En el enlace sabatino 400, desde Guayllabamba, sostuvo que, en una economía dolarizada, una disminución de las divisas por la baja del petróleo se podría reflejar en menos circulante (dinero disponible), lo que “desacelera la economía y puede crear recesión”. Para evitarlo, el Gobierno busca impulsar la inversión privada y pública, a través de exenciones y eliminación de escudos fiscales.

Además, en el proyecto se contempla un alza en el Impuesto a los Consumos Especiales sobre los cigarrillos y se establece un mecanismo de tipo económico para restringir la promoción de la comida chatarra. Correa admitió que fue “complicado poner un impuesto a la comida chatarra”, como lo había anunciado hace unas semanas. La iniciativa ahora es eliminar del rubro de gastos de las empresas los costos de publicidad de esa comida.

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“El instrumento que hemos elegido es que el gasto de publicidad de comida chatarra no sea deducible. Va a ser un muy mal negocio hacer demasiada publicidad de comida chatarra”, señaló.

El mandatario recalcó que, con excepción de la revisión del ICE para cigarrillos, no se crearán más impuestos.

La iniciativa se inscribe en la necesidad de generar más ingresos para el presupuesto, especialmente por la caída del precio del petróleo, los altos costos de la obra pública que está en marcha y la apreciación del dólar (que encarece las exportaciones y perjudica la competitividad).