Ha pasado un mes desde que Fernando Balda, exasambleísta de Sociedad Patriótica (SP), salió de la cárcel de Guayaquil por un juicio por alimentos. Ahora, con el cargo de director nacional de operaciones políticas de SP, se reincorpora a la actividad política.

Al salir de prisión dijo que uno de sus enfoques sería denunciar los actos de corrupción, ¿está cumpliendo con ese planteamiento?
Mi labor de fiscalización a los actos de corrupción nunca ha cesado, ni siquiera estando en el exilio. En este momento tenemos en agenda algunos temas importantes que esperamos exponer a la luz de la opinión pública y a la luz del derecho.

¿Cuáles son esos temas de corrupción?
En este momento no quisiera adelantarme porque no tenemos terminado el estudio jurídico sobre las denuncias que nos han hecho, no quiero hacer conjeturas que puedan servirle al Gobierno para volverme a encarcelar bajo la supuesta figura de injurias.

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¿Las funciones de su nuevo cargo también están enfocadas a la consulta popular que propuso SP?
Queremos capacitar a nuestras bases con el conocimiento jurídico respecto de nuestra propuesta y a su vez en ese camino estamos organizando y reestructurando el partido, prepararlos para la jornada de responsabilidad, que es la recolección de firmas para ir a un referéndum de las dos enmiendas que planteamos.

¿Usted volvió a ir a la cárcel de Latacunga el 26 de noviembre, fue para hablar nuevamente con el exasambleísta Galo Lara?
No, fui a visitar a otra persona que está recluida allí, que la conocí en mi presidio, pero no me dejaron ingresar por un reglamento que dice que aquel que ha estado privado de la libertad no puede reingresar al centro hasta después de seis meses. La Constitución es clara en cuanto se refiere a que no debo ser discriminado por mi pasado judicial.