A las 06:19 de ayer, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional notificó de un sismo de magnitud 6,8 en la escala de Richter a 240 kilómetros de la ciudad. Pero era simulado. Así se daba por iniciado la mañana de ayer el quinto ejercicio de evaluación de protocolos de seguridad que organizó el Municipio, a través de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG).

Medir el tiempo de respuesta y mejorar los protocolos de seguridad en 55 escenarios preestablecidos fueron los objetivos de este año. A este simulacro se sumaron entidades estatales como la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), Policía Nacional y el Sistema ECU-911. En total fueron 58 instituciones las participantes.

A las 08:00 se reportó un deslizamiento de tierra en la cooperativa Balerio Estacio y en las lagunas de oxidación de Interagua, en la autopista Terminal Terrestre-Pascuales se notificó de un derrame de combustible y heridos. Estas fueron las primeras emergencias que se simularon y debieron atender miembros de ocho entidades.

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A las 08:22 se notificó de un supuesto derrame de hipoclorito de sodio en la estación de Interagua, en el cerro Santa Ana. Allí se reportaron tres heridos, de los cuales dos fallecieron supuestamente (no estaba planificado) por falta de coordinación en el despacho de dos ambulancias. Solo llegó una.

A las 09:30, una columna de humo surgió del interior de las instalaciones de la compañía Molinera Noboa, en la calle El Oro y avenida Domingo Comín. A los pocos segundos sonaron varias alarmas y comenzó la simulación de un incendio. De inmediato, decenas de empleados empezaron a evacuar el lugar y fueron hasta un punto de encuentro en una explanada cercana. Después de unos diez minutos llegó una motobomba.

A la misma hora, en el puente que conecta a la ciudad con la isla Santay, personal que labora en ese sitio atendió dos emergencias: a una señora que cayó por unas escaleras y a un joven con un ataque de pánico. Después de unos 40 minutos terminó el ejercicio.

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Para atender estos últimos percances no llegó la ambulancia. Observadores de la CSCG señalaron que algunos guías no sabían primeros auxilios y no contaban con botiquines.

A las 10:05 se activaron las alarmas de la Terminal Terrestre por la supuesta explosión de una bomba en la planta baja del área comercial. Personal de apoyo empezó la evacuación de usuarios y empleados.

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Paralelamente se restringió la entrada y salida de buses intercantonales e interprovinciales. Aquello motivó que incluso las cooperativas que acceden por la autopista Narcisa de Jesús fueran impedidas de avanzar por uniformados de la CTE. Y como consecuencia se formó una fila de un kilómetro hasta la altura de Guayacanes.

La supuesta detonación dejó diez heridos, quienes recibieron auxilio del personal de la terminal. Algunos fueron evacuados en camillas; otros, en sillas de ruedas.

El ejercicio finalizó a las 11:00. En total se evacuó a 27.360 personas y asistieron 357 miembros de organismos de respuesta. Se atendió allí a 32 heridos.

Juan Ramírez, director de Gestión de Riesgos de la CSCG, señaló que fue favorable la participación activa de las instituciones de respuesta.

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El año pasado, el gobernador del Guayas, Rolando Panchana, cuestionó el ejercicio al argumentar que la CSCG había irrespetado jerarquías porque no comunicó a tiempo la actividad. En esa ocasión se había firmado un convenio con la Secretaría de Gestión de Riesgos.