Una multitud se congrega en las sucursales de una cadena de electrodomésticos de Venezuela para adquirir aparatos importados con dólares a precio preferencial, cuando el país es golpeado por una alta inflación y sequía de divisas.

“Ayer llegué de madrugada y hasta la tarde me dieron mi turno para venir hoy. Necesito una nevera y una televisión”, dijo el martes Teresa Delamadrid, jubilada de 60 años, mientras espera para entrar en la tienda de electrodomésticos Daka, al este de Caracas.

Días atrás, el gobierno anunció la venta de electrodomésticos, la mayoría importados de China, a un dólar preferencial de 12 bolívares –contra una tasa diez veces superior en el mercado negro– en establecimientos comerciales públicos y privados, lo que ha atraído a cien tos de personas deseosas de adquirir un producto.

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La cadena Daka, con dos sucursales en Caracas y tres en el interior, ofrece los electrodomésticos y se ha vuelto emblemática entre los venezolanos porque fue la primera en ser intervenida por el gobierno hace un año y obligada a bajar los precios de artículos, desde electrodomésticos hasta tornillos, pasando por ropa y calzado.

Cientos de personas desde la madrugada se agrupan fuera de los establecimientos y se organizan en listas de espera para guardar el orden y les dejen entrar el sábado.

60
por ciento

es el límite rebasado por la inflación en Venezuela, cuyos datos oficiales se desconocen desde agosto.