Tras casi dos meses de protestas en Hong Kong, un tribunal ordenó el desalojo de las barricadas callejeras levantadas por los activistas lo que generó nuevos enfrentamientos.

Los efectivos policiales emplearon gas pimienta para dispersar a los activistas que intentaron impedir el desalojo de los campamentos de protestas en el concurrido barrio comercial de Mong Kok. Algunos serán denunciados por atacar a funcionarios de la Policía y otros por oponerse a la medida judicial. Según fuentes policiales, 32 personas fueron arrestadas y tres agentes tuvieron que ser atendidos con heridas.

Además de Mong Kok, varios cientos de manifestantes resisten en el campamento central de las protestas en Admiralty, cerca de la sede de gobierno.

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El movimiento de protesta perdió popularidad la semana pasada después de que activistas enmascarados intentaran ocupar durante la noche el edificio del Parlamento.

Las protestas comenzaron cuando Pekín anunció que permitiría por primera vez en el 2017 la celebración de elecciones directas en la antigua colonia británica, pero sin autorizar la elección libre de los candidatos. Desde la devolución de la antigua colonia a China en 1997, Hong Kong tiene una administración especial autónoma.