El abogado de la familia de Michael Brown, Benjamin Crump, denunció ayer como injusto el proceso judicial que acabó con la no imputación del policía blanco Darren Wilson, que en agosto pasado mató de varios disparos al joven afroamericano en Ferguson, en el estado de Misuri, Estados Unidos.

“Objetamos este proceso, fue completamente injusto”, aseguró Crump en una rueda de prensa en San Luis, acompañado por los padres de Brown.

Las protestas tras anunciarse el pasado lunes el fallo del gran jurado desembocaron en disturbios en Ferguson, un suburbio de St. Louis, que duraron hasta la madrugada de ayer y que se saldaron con más 80 detenidos y numerosos negocios saqueados e incendiados, al igual que dos vehículos policiales. De Los Ángeles a Nueva York protestaron en paz aunque en otras ciudades bloquearon el tráfico o chocaron con la policía. Los mayores disturbios se registraron en St. Louis y Oakland, California. Cientos de personas se concentraron en Chicago, Denver, Salt Lake City, Boston y Washington.

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El caso Ferguson, con fuertes matices raciales, ha generado tensiones y debates sobre las relaciones entre la comunidad y las fuerzas del orden.

El jefe de la policía neoyorquina, Bill Bratton, manifestó que parte del trabajo de la entidad consiste en “ser tan transparente como se pueda” y “escuchar las preocupaciones de la comunidad” en casos confusos o polémicos como el de Brown. “Es bastante claro que tenemos partes importantes de la población de la ciudad de Nueva York que realmente no confía en el departamento y necesitamos trabajar en eso”, admitió.

El gobernador de Misuri, Jay Nixon, ordenó ayer el envío de refuerzos de la Guardia Nacional estadounidense a Ferguson, con la intención de evitar más disturbios. Mientras, la ONU expresó su preocupación por el “desproporcionado” número de jóvenes negros que mueren en EE.UU. a manos de la Policía y pidió a las autoridades que actuaran para dar respuesta a la creciente desconfianza hacia la justicia.

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En tanto, en una entrevista con ABC News, la primera que ofrece, el policía Wilson dijo que lamentaba que se hubiera perdido una vida, pero que tenía una clara conciencia de sus acciones. Señaló que temió por su vida en el incidente que lo enfrentó con Brown, que lo superaba físicamente, y que se limitó a hacer su trabajo.

Wilson sigue bajo suspensión administrativa.