Documentos legales indican que un sacerdote estadounidense designado por el papa Francisco como el fiscal del Vaticano para los delitos sexuales fue uno de los dignatarios eclesiásticos que no denunció a un sacerdote abusador a la justicia antes de que este, ahora en la cárcel, cometiera otros abusos sexuales.

El cura Robert Geisinger fue líder de los jesuitas de Chicago en la década de 1990. El diario Boston Globe reportó este domingo que dichos documentos demuestran que desde 1995 conocía las denuncias contra el sacerdote Donald McGuire.

Los registros judiciales indican quejas contra McGuire que datan de la década de 1960, mientras que los jesuitas durante años no lo denunciaron a la Policía.

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Geisinger remitió toda pregunta a la oficina de prensa del Vaticano. Esa oficina dijo que Geisinger encabezó las gestiones para expulsar a McGuire del Ministerio.

McGuire cumple una sentencia de 25 años.

Geisinger fue designado en el cargo en el Vaticano en septiembre.