Lo había escuchado de sus familiares y amigos que retornaban al país con éxito. Habían logrado en EE.UU. tener dinero y propiedades. Ella se enamoró, dice, de ese espejismo y decidió en el 2006 emigrar, pero al llegar la realidad era otra.

Rocío, como desea que se la identifique, había estudiado inglés y creyó que sería fácil. Estaba equivocada. El idioma fue su primera dificultad, la segunda fue su estado de indocumentada. Esto complicó sus posibilidades de conseguir trabajo.

Tuvo que estudiar un curso rápido de contabilidad e inglés. Así consiguió un trabajo en un supermercado. Empezó como cajera y hoy, ocho años después, desempeña funciones administrativas. Formó una familia, tiene un hijo de 7 años, pero sigue ilegal. Gana $ 12 la hora, no tiene seguro, ni vacaciones.

Publicidad

Esta ecuatoriana es parte de los casi 5 millones de indocumentados que se verán favorecidos con las reformas migratorias, vía decreto, anunciadas por el presidente Barack Obama, pues obtendrán un permiso temporal de tres años que les permitirá trabajar legalmente. Es una buena noticia, dice, pero aún como muchos migrantes esperan una reforma integral.

La parte clave del plan de Obama beneficiará a los indocumentados con hijos que son ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes, que demuestren que llevan en el país desde antes del 1 de enero del 2010 y que carezcan de antecedentes criminales.

También el presidente extendió la Acción Diferida (DACA), un programa que ya ha evitado la deportación de más de 580.000 jóvenes indocumentados y al que ahora podrán acogerse los que llegaron a EE.UU. antes de cumplir 16 años y con anterioridad al 1 de enero del 2010, con independencia de la edad que tengan actualmente.

Publicidad

El anuncio, esperado por la comunidad latina por más de un año, ha abierto una guerra entre Obama y los republicanos, que a partir de enero, cuando se posesione el nuevo Congreso, tendrán la mayoría en ambas cámaras.

La victoria de los republicanos se dio el 4 de este mes cuando en las elecciones legislativas los demócratas perdieron el control en el Senado o Cámara Baja. Analistas políticos y sondeos interpretaron los resultados como el reflejo de la insatisfacción a la gestión de Obama, en especial del votante latino, por la promesa incumplida de aprobar la reforma migratoria que beneficiaría a cerca de 11 millones de indocumentados que se estiman viven de manera irregular en EE.UU. De este total, seis millones de migrantes quedaron fuera de la reforma.

Publicidad

Los republicanos acusan a Obama de extralimitarse. El mandatario decidió actuar solo. Lo había dicho en junio pasado ante el pronunciamiento de los legisladores republicanos de no abordar este año el proyecto de reforma migratoria, aprobado con votos bipartidistas en el Senado en junio del 2013. Desde esta fecha quedó atascado en la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen mayoría hace 4 años.

John Boehner, líder republicano y presidente de la Cámara de Representantes, le ha advertido a Obama que no se quedarán de brazos cruzados.

Los republicanos ya barajan varias posibilidades para frenar a Obama: cerrar el gobierno como medida de presión, boicotear los nombramientos del presidente, no autorizar los recursos necesarios para que se ejecuten las medidas, no aprobar el presupuesto del gobierno y demandar al jefe de Estado.

Thomas Mann, experto del Brookings Institute, considera que Obama no ha abusado de su poder. “Las acciones ejecutivas del presidente son limitadas, contingentes en cuanto a su autoridad legal y sus facultades discrecionales, y temporales. Pueden ser neutralizadas o reemplazadas por una ley aprobada en el Congreso o por su sucesor en la Casa Blanca”, dice.

Publicidad

Para Rocío la medida adoptada por Obama es una “patada de ahogado”. “El 4 de noviembre los demócratas perdieron las elecciones legislativas, pero esta patada es para no perder por lo menos las elecciones presidenciales (del 2016) porque se dieron cuenta que los latinos somos una gran fuerza aquí”.

El gobierno ecuatoriano recibió con “cierto nivel de esperanza” las medidas anunciadas y confió en que pongan fin a las deportaciones masivas.

Un día después de anunciar sus medidas Obama inició un recorrido por el país para defender su plan. Su primer punto fue Las Vegas, Nevada, el estado con mayor proporción de inmigrantes indocumentados (un 7,6 %) en relación con su población total. Ahí, según analistas, no solo buscaba defender su regularización sino captar el voto hispano, ya con la vista puesta en las elecciones del 2016.

Medidas anunciadas

Permiso de trabajo
A partir de la primavera próxima, el inmigrante ilegal que viva hace más de cinco años y tenga un hijo estadounidense podrá pedir permiso de trabajo por 3 años.

No incluyen visados
No incluyen visados de trabajo temporales para trabajadores agrícolas. Podrán acogerse al DACA, si cumplen los requisitos, para evitar la deportación.

Los no favorecidos
No será aplicable para nadie que haya entrado a este país en fecha reciente y no será aplicable para nadie que venga a Estados Unidos de manera ilegal en el futuro.

Con antecedentes
La nueva política de deportación hará hincapié en expulsar a los recién llegados y a los criminales que sean una amenaza para la seguridad nacional.

Más recursos
Se destinarán más recursos para la Patrulla Fronteriza en los controles entre EE.UU. y México para capturar a quienes intenten cruzar ilegalmente.

Deportación
Se crea el Priority Enforcement Program con diversos niveles para la deportación que dependerá de la razón por la que los inmigrantes fueron detenidos.

11 millones es el número estimado de migrantes no regularizados que viven en los Estados Unidos.