Una madre holandesa regresó a Holanda con su hija después de viajar hasta Siria para traerla de vuelta de la ciudad de Raqqa, un bastión del grupo extremista yihadista autodenominado Estado Islámico.

La hija, Aicha, fue detenida cuando llegó a su casa en la ciudad holandesa de Maastricht, ya que pertenecer al yihadismo es un delito.

La joven dejó Holanda en febrero para casarse con un turco-holandés miembro del Estado Islámico, que en el pasado sirvió en el ejército holandés.

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El matrimonio no funcionó y Aicha pidió ayuda.

Su madre, Monique, hizo el peligroso viaje hasta Raqqa desoyendo los consejos de la policía. Vistiendo una burka, encontró a su hija y la llevó de vuelta a casa a través de Turquía. Las autoridades holandesas no han hablado del caso.