El conductor de un autobús que se accidentó la noche del sábado en el sureste de España fue acusado ayer de homicidio y lesiones por imprudencia tras el incidente que dejó 14 muertos y unos 30 heridos, según los últimos datos oficiales recogidos por los medios españoles.

El accidente ocurrió en el Municipio de Cieza, al caer el vehículo por un puente y despeñarse por un terraplén de 15 metros de altura.

El delegado del gobierno en Murcia confirmó ayer que hubo un exceso de velocidad en el momento del accidente. Por ello el conductor está imputado por homicidio, lesiones y por conducción temeraria, dijo.

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El chofer, que dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas, dijo en un primer momento que fallaron los frenos del vehículo, según publicó la prensa. Diez de las víctimas murieron en el momento y las otras cuatro, tras ser trasladadas a centros hospitalarios.

Las víctimas, originarias de Bullas (pequeña localidad de 12.000 habitantes) regresaban de una ceremonia religiosa en homenaje de Santa Maravillas, fallecida hace 40 años, el 11 de diciembre de 1974, en un convento próximo a la capital, según la prensa española. El sacerdote de Bullas se encontraba entre los fallecidos.

Una misa funeraria fue organizada para hoy en Bullas, informó su alcalde, Pedro Chico. Los monarcas españoles, Felipe VI y Letizia, presidirán el acto, precisó la Casa Real.

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Este es el peor accidente de autobús ocurrido en España desde noviembre del 2001, cuando 19 jubilados perdieron la vida en el suroeste, en la región de Huelva.