Un gran malentendido, cinco horas de vértigo y miles de personas sedientas de libertad se aliaron el 9 de noviembre de 1989 para lograr una hazaña que parecía imposible: tirar abajo el Muro de Berlín.

Veinticinco años antes, a partir de la 01:00 de la noche del 13 de agosto de 1961, el gobierno de la Alemania comunista (RDA) había comenzado a cercar la frontera de Berlín occidental.

La construcción que separaba el Berlín comunista de las zonas controladas por la República Federal de Alemania (RFA) fue bautizada como ‘Muro de Protección Antifascista’ y con el tiempo se convirtió en la metáfora viva de la profunda división existente entre la Unión Soviética y Occidente.

Publicidad

Desde 1949, año fundacional de la RDA, hasta 1961 habían huido 2,5 millones de germano-orientales por las frágiles divisiones entre los sectores en que quedó escindido Berlín tras la Segunda Guerra Mundial.

A principios de 1989, cuando Erich Honecker, líder de la Alemania comunista (RDA), aún prometía: “El Muro seguirá ahí dentro de 50 o 100 años”, las ya célebres imágenes de berlineses trepados en el Muro de 155 kilómetros de largo, que los había dividido durante 28 años, habrían parecido ciencia ficción.

Pero a lo largo de ese año las políticas de reformas y transparencia impulsadas por Mijail Gorbachov en la Unión Soviética avanzaron al ritmo de una creciente demanda de libertad y democracia en la RDA, mientras miles de alemanes del este huían a occidente vía Hungría, Polonia y Checoslovaquia.

Publicidad

En septiembre y octubre, decenas de miles se manifestaron primero en Leipzig y luego en otros puntos de la RDA clamando “Wir sind das Volk!” (¡Nosotros somos el pueblo!). Medio millón protestaron en la Alexander Platz de Berlín oriental el 4 de noviembre contra un sistema opresor y sin perspectivas.

La supuesta solución precipitó los hechos en cuestión de horas debido a una confusión ya histórica. Günter Schabowski, miembro del politburó de la RDA, comentó la nueva ley de viajes en una rueda de prensa la tarde del 9 de noviembre. Ante la pregunta de cuándo entrarían en vigor los permisos, Schabowski buscó en sus papeles y, sin ver la fecha correcta (10 de noviembre), improvisó: “Según entiendo, de inmediato”.

Publicidad

“Creíamos que permitiendo los viajes al extranjero salvaríamos a la RDA”, dijo a la agencia DPA Schabowski 20 años después de esa histórica tarde. Su anuncio adelantado por error logró justo lo contrario.

El titular ‘La RDA abre sus fronteras’ copó de inmediato cables de noticias e informativos de la televisión tras la rueda de prensa a las 19:00. Un mar de personas se dirigió a un paso fronterizo esperando cruzar a Berlín occidental.

Sin órdenes claras y ante una masa de 20.000 personas que gritaba “¡Abran el portal!”, los guardias del cruce de la calle Bornholmer dejaron pasar a un primer grupo sin disparar un tiro. A las 23:40, la RDA daba la orden de abrir todos los pasos fronterizos de Berlín.

Disculpas
La izquierda

Publicidad

Etiquetada como heredera del régimen germanoriental, la izquierda alemana condenó ayer la “injusticia del aparato estatal” de la antigua República Democrática Alemana (RDA). En un comunicado, la dirigencia subrayó que la RDA fue un Estado “en el que la arbitrariedad política podía sustituir en cualquier momento al derecho y la justicia”.