Durán se quedó sin su popular zona de la fritada, al frente del malecón Alfredo Palacio. Tres locales que ofrecían este plato típico y cinco bares fueron cerrados. Incluido el negocio de Bertha Tapia, de 62 años, quien afirma que tenía 20 cuando llegó al sitio a ofrecer la apetecida carne frita de cerdo y caldo de salchicha, más cerveza.

A diferencia de otros dueños, ella es la única que se mantiene en el sitio, pero su veintena de mesas se colocó del lado del malecón. Allí clientes se sirven fritada desde hace dos semanas.

A la vuelta de esa calle se han reinstalado al menos dos bares y un local de fritada. El resto vive con la incertidumbre que supone no poder trabajar, refiere la dueña de un bar que fue cerrado, según ella, por el Municipio bajo el argumento de la vigencia de una norma que prohíbe el funcionamiento de negocios de venta de alcohol en ciertas zonas duraneñas.

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La alcaldesa Alexandra Arce remarca que lo tradicional en Durán es la fritada y no los bares. Promete la reubicación de los primeros negocios y asegura que estos dejaron sus espacios por la venta del inmueble, que estos ocuparon bajo la figura de arrendatarios. Sobre los bares, dijo que su planificada zona rosa no es ahora prioridad.