Estaba sentada sobre un baúl en el que había guardado los pocos productos que rescató de su puesto, el número 46. A las 09:00 de ayer, Michelle Moreno, una de las comerciantes afectadas por el incendio en el Mercado de Transferencia de Víveres, tenía 30 horas sin dormir, sin poder descansar.

Apenas se enteró del siniestro que afectó 46 locales del andén número quince y que se registró antes de las 16:00 del miércoles pasado, la joven de 25 años acudió al centro de abastos ubicado junto a la urbanización Montebello, en la vía a Daule, noroeste de la ciudad.

Y en medio de la angustia e impotencia su idea era meterse al puesto mientras este ardía en llamas, por causas que aún no se determinan. Aquello le resultó imposible, pues el andén estaba acordonado y los bomberos luchaban por sofocar el fuego.

Publicidad

“La vez pasada (incendio del 2011) nosotros quisimos asegurar la mercadería y nos dijeron que no, porque la infraestructura no es segura”, narró Moreno, sin perder de vista la mercadería que rescató ayer.

Ella y otros comerciantes perjudicados se lamentaban porque sus productos no están asegurados y aquello dificulta recuperar las pérdidas.

Moreno estimó que el valor de la mercadería que se quemó en su puesto asciende a 400 mil dólares. “Espero que esta vez las empresas nos vuelvan a apoyar dándonos de nuevo el crédito para poder trabajar y poder pagar”, expresó con tristeza.

Publicidad

María Guamán, otra comerciante, no pudo contener las lágrimas cuando vio que una retroexcavadora recogía los escombros de su local, el 27.

Lloraba porque quería coger los productos que, según ella, no se habían dañado, pero eso no fue permitido por funcionarios municipales y policías.

Publicidad

Ayer hasta el mediodía, los bomberos lanzaban agua sobre los escombros de los puestos y aún se observaban nubes de humo en el ambiente.

La gente esperaba la llegada de funcionarios municipales para hablar sobre su situación, pero hasta las 12:30 al mercado no llegó representante alguno.

En entrevista telefónica con EL UNIVERSO, Gustavo Zúñiga, director de Mercados, señaló que esperarán los resultados de las investigaciones para determinar el origen del siniestro.

Indicó también que la infraestructura del mercado, que tiene 634 puestos, sí está cubierta por un seguro.

Publicidad

“Nosotros, como estado local, no podemos asegurar bienes privados, eso es prohibido por la ley”, dijo sobre la mercadería de los vendedores mayoristas.

De su parte, el alcalde Jaime Nebot refirió que ante el hecho, lo importante será mantener el abastecimiento, debido a que la terminal de transferencia es el mayor centro que suministra víveres a la red de mercados municipales.

Abraham Aguilar, proveedor de la línea de conservas, llegó al mercado para expresar su solidaridad con los comerciantes.

Detalles
terminal de víveres

Abastecimiento normal
A excepción del andén 15, que resultó afectado, el abastecimiento de frutas, legumbres y otros productos se mantuvo con normalidad ayer. El ingreso no fue restringido para los camiones que transportan los abastos. Los usuarios que acuden al mercado de Transferencia de Víveres para comprar más barato tampoco tuvieron inconvenientes para ingresar a la terminal, ubicada en el noroeste de la ciudad.

Testimonio de afectados
Edwin Almeida
‘Perdí $ 400 mil esta vez’

“Tenía mercadería de abastos. Arroz, azúcar, aceite, balanceados, harina, productos de primera necesidad secos (...). Tenía cinco puestos aquí (...). Más o menos calculo que he perdido unos cuatrocientos mil dólares esta vez, un poquito menos que la vez pasada, que tenía ocho puestos. Noventa y ocho mil dólares debo todavía del incendio anterior, de este debo todo”.

María Guamán
‘Tenemos bastante deuda’

“No sabemos todavía qué puede haber pasado, cortocircuito podría ser. La pérdida en mi local pasa de ciento cincuenta mil dólares (...). Tenemos deuda, la mercadería a nosotros nos la dan para poder trabajar, tenemos bastante deuda que pagar a los proveedores. Los ciento cincuenta mil dólares (de víveres) están por pagar. Mi puesto es el único ingreso que tengo yo”.

Manuela Pucuna
‘Esperamos una ayuda’

“Lo que nosotros esperamos es una ayuda, un apoyo, que nos hagan algún préstamo. Tengo que pagar, pueden ser cien mil dólares; el viernes pasado me despacharon la mercadería en mis dos puestos. Todo eso se quemó ayer. Esto es lo único que tengo, con el negocio mantengo a mis nietitos, siete viven conmigo (...), ellos todavía están estudiando”.

Andrés Moreno
‘Subieron precio a $ 1.200’

“Subieron el precio (pago de puesto) a mil doscientos, desde este mes. Estaba en novecientos, ahorita en mil doscientos (...), mi puesto es el último que se quemó y logré salvar lo que estaba como quien dice en exhibición, lo que está en observación, arriesgando la vida, porque es plata ajena, uno se debe a los proveedores, y qué yo hago ahora con esto”.