Responsables de salud de 32 países americanos, incluido Estados Unidos, cerrarán este jueves en La Habana una reunión técnica de dos días para diseñar una respuesta conjunta ante el "riesgo real" de que el ébola alcance el continente.

Este cónclave -que ha permitido una inédita cooperación entre Cuba y Estados Unidos- debe culminar con la aprobación de las recomendaciones de cuatro comisiones de trabajo: diagnóstico y vigilancia epidemiológica, manejo clínico de pacientes, capacitación de personal de salud y comunicación social.

Sylvain Aldighieri, responsable de respuesta ante el ébola de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), advirtió que existe un "riesgo real" de que la epidemia alcance el continente. Hasta ahora solo hubo dos contagios: dos enfermeras estadounidenses que contrajeron el virus tras atender a un enfermo llegado de África.

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Aldighieri insistió en que "fortalecer estas capacidades (de respuesta ante la epidemia) son una responsabilidad nacional, que va más allá del sector de la salud".

La epidemia de ébola ha causado casi 5.000 muertos en África occidental y se han registrado 10.000 casos de contagio. El virus se manifiesta con fiebre, vómitos, diarrea y dolores y se contagia por contacto directo con fluidos corporales.

"Las grandes dificultades nos enseñan siempre. Es preciso que esta experiencia constituya un detonante para incrementar la cultura sanitaria de nuestros pueblos", dijo ante el plenario el rector de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Jorge González.

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Reunión de países americanos

A la cita de La Habana asisten delegados de Estados Unidos, Canadá y 30 países latinoamericanos y caribeños, así como de organismos internacionales.

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Cuba se ha puesto en la vanguardia de la cruzada contra la epidemia, a pesar de sus dificultades económicas, al enviar a 256 médicos y enfermeros a las naciones más afectadas de África.

El miércoles, los delegados de 25 países expusieron los planes de contingencia adoptados por sus respectivos gobiernos, coincidiendo en que se deben fortalecer las medidas de control en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos terrestres.

En la comisión de vigilancia, los expertos recomendaron monitorizar a los viajeros llegados desde los países afectados.

"Las personas provenientes de países de alta transmisibilidad deben ser observados, y de ser necesario, deben ser aislados en instalaciones establecidas específicamente para tratar los casos de ébola", expresó la experta de la OPS Waleska de Andrade, citada por medios cubanos.

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En tanto, miembros de la comisión de manejo clínico recomendaron "establecer mecanismos nacionales para diagnosticar y aislar rápidamente los presuntos casos de infección, teniendo en cuenta las manifestaciones clínicas iniciales (...), la historia de exposición reportada por el paciente u obtenida en la investigación epidemiológica", según el diario cubano Granma.

En la comisión de capacitación las propuestas han girado en torno a aprovechar las tecnologías de la información para preparar personal a distancia.

En el grupo de comunicación, los expertos han recomendado mantener informada a la población, aunque evitando crear alarma, e involucrar en esta tarea a líderes de la comunidad.

"Es necesario implicar a los líderes locales, crear planes nacionales de comunicación de riesgo que contengan información técnica sobre la enfermedad", dijo Leticia Lynn, comunicadora de la OPS.

El representante de Estados Unidos, Nelson Arboleda, destacó en la jornada inicial que su país está dispuesto "a cooperar con todos los actores que están trabajando en la región para asegurar de que tengamos una respuesta eficiente a nivel mundial contra este virus".

Estados Unidos y Cuba han multiplicado las frases amables en torno a la lucha contra el ébola, rompiendo con la tradición de relaciones conflictivas y recriminaciones mutuas que mantienen desde la Guerra Fría.

Esta conferencia, convocada hace 10 días por los mandatarios de los nueve países del ALBA, comenzó el miércoles con un minuto de silencio por el economista cubano Jorge Juan Guerra, muerto de malaria en Guinea el domingo mientras servía de administrador de la brigada médica cubana que lucha contra el ébola en África.