Soy un pacificador en el mundo.

Paz mundial
Uno de los mensajes más vitales que Jesús compartió fue una sencilla invitación a ser pacificador. “Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios”. Dios ha creado a cada persona con el potencial para ser un pacificador. Tenemos poder espiritual, y mediante nuestros pensamientos, palabras y acciones benevolentes, podemos crear un mundo pacífico. Puedo mantener una conciencia apacible ante cualquier situación, ya sea cerca de mí o al otro lado del mundo. La paz de Dios puede ser avivada y reconocida en todas las situaciones como serenidad, confianza, buena voluntad y amistad. Gracias a la oración, fortalezco mi práctica de paz. Pienso paz, hablo paz, y mis acciones crean armonía.

Mateo 5:9
“Bienaventurados los pacificadores”.