El principal responsable del control de enfermedades infecciosas en el Gobierno de EE.UU., Anthony Fauci, alertó ayer que la imposición de cuarentenas obligatorias al personal médico que regrese de África Occidental puede disuadir a muchos profesionales de ofrecerse a combatir el ébola en esos países.

Los estados de Nueva York, Nueva Jersey e Illinois impusieron cuarentenas obligatorias por 21 días para cualquiera que llegue con el riesgo de haberse contagiado de ébola en Sierra Leona, Liberia y Guinea, países donde se concentra la mayor parte de una epidemia que ha provocado la muerte de casi 5.000 personas.

Pero los críticos de estas medidas temen que las políticas terminen solo empeorando las cosas. “No quiero criticar directamente la decisión que se tomó, pero debemos tener cuidado con las consecuencias imprevistas”, dijo Fauci.

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La enfermera Kaci Hickox, aterrizó el viernes pasado en el aeropuerto internacional de Newark (Nueva Jersey) y, pese a no presentar síntomas del virus, fue puesta en cuarentena.

“Este es un extremo realmente inaceptable y creo que mis derechos humanos básicos se han violado”, dijo Hickox a la CNN. Es “inhumano” poner en una “prisión” a los sanitarios por el hecho de haber trabajado en países considerados de riesgo, agregó.

En medio de las críticas por estas medidas el gobernador de Florida, Rick Scott, firmó ayer una orden ejecutiva que obliga también a los viajeros que retornen a este estado desde Liberia, Guinea o Sierra Leona a someterse a vigilancia médica.

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Scott solicitó a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) información específica sobre el nivel de riesgo para cuatro personas que de antemano habían regresado de África Occidental.

Ayer la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, inició un viaje por los países africanos más afectados por la epidemia.

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Power visitará Guinea, Sierra Leona, Liberia y Ghana. Después se reunirá en Bruselas con responsables europeos para buscar soluciones conjuntas a la lucha contra el virus.

En tanto, una mujer que llegó a Australia hace once días procedente de África Occidental se encuentra en aislamiento ante la posibilidad de que pueda estar infectada por el ébola.

La paciente, de 18 años, ha sido transferida a una unidad de aislamiento en un hospital de la ciudad de Brisbane, tras pasar en cuarentena en su vivienda.