En estas dos últimas semanas la vivienda de Verónica Bravo –en La Manga del Cura– quedó marcada como de Manabí y de Guayas. Un día llegó personal de una Prefectura para captar apoyo de su familia y dejó en una de sus ventanas la bandera blanca, roja y verde manabita; y esta semana dejaron una más grande celeste y blanco, del Guayas, en su otra ventana.

Las dos flamean en su casa sin pintar, sobre la vía El Paraíso-La Bocana. Nadie las quita porque la división territorial también se vive dentro de casa, pues ella defiende a Manabí, de donde es oriunda, y sus tres hijos, en cambio, apuestan por Guayas, donde estudiaron y ahora trabajan.

Al poblado El Paraíso La 14 han llegado –cuenta– personas a “reactivar el sentimiento proguayasense o promanabita”, porque una consulta popular es la salida que se vislumbra como solución para resolver el “tema de la pertenencia” en esta zona, que es uno de los 757 conflictos limítrofes entre parroquias, cantones y provincias que por ley deben resolverse hasta el 15 de abril próximo.

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“Manabí asfaltó la carretera que nosotros (La 14-Bramadora) usamos, pero Guayas nos va a instalar la tubería para el agua potable”. Esos mensajes se los transmitieron los días que colgaron banderas en su casa.

Otros habitantes muestran y defienden sus posturas en calles y casas. Banderas y vallas sirven para plasmar el respaldo hacia Guayas o Manabí. “Avanza Guayas o Soy de Manabí, mi tierra”, se lee en carteles.

En El Paraíso La 14 es notorio un mayor apoyo a Guayas. Pero a veinte minutos de allí está el poblado La Bramadora, donde hay más respaldo a Manabí.

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“Somos guayasenses por herencia”, exclama Wildo Ramos, quien dice que vive desde hace 35 años en El Paraíso La 14. Él argumenta que hay hitos que desde 1952 demuestran que La Manga del Cura “pertenece a Guayas”, porque delimitan los límites a su favor.

En La Bramadora, Leonor Loor no oculta su sentimiento: “De haber consulta sin duda votaría por Manabí, es la que ha atendido siempre a nuestra comunidad”. Y como ejemplo de esa atención el buen estado se refiere a la vía que comunica a la población con el cantón El Carmen, de esa provincia.

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Pero la percepción es distinta en algunos de los más de cien recintos de la localidad. En Santa Teresita, Caoba, Santa María, por ejemplo, sus habitantes quieren una pronta solución para tener a quién reclamar obras.

En los tres recintos las necesidades coinciden: vías en mal estado, falta de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, centros médicos y educativos.

Las autoridades de las dos provincias ya se mueven en el territorio con obras y ofertas.

El alcalde de El Empalme, Lenin Valle (quien ganó por el Partido Socialista), firmó esta semana convenios que llegan a $ 2 millones con la Prefectura del Guayas. Sostiene que La Manga del Cura históricamente ha sido de su provincia y se apoya en documentos históricos. Mientras, el prefecto Jimmy Jairala buscará agotar “las últimas instancias” para evitar una consulta, pero de concretarse ese proceso, dice: “Vamos a ir a la consulta”.

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En su visita del miércoles se comprometió con la población para construir un reservorio de agua: “Quizá hace cinco años el sentimiento pro-Guayas estaba dormido, ahora hemos venido con obras”.

En Manabí, en cambio, se conformó una comisión para elaborar el expediente que se expondrá al presidente Rafael Correa sobre la tesis manabita y evitar una consulta popular. El prefecto Mariano Zambrano (Unidad Primero-AP) asegura que esta localidad está en el presupuesto de Manabí y que la gente está consciente del trabajo allí desplegado.

Esto siempre ha sido de Guayas, en 50 años que vivo aquí he visto que quien más ha metido la mano ha sido Guayas. Ya queremos la definición para que las obras lleguen más rápido”.Clara Rosado En Caoba