Más de cien maestros de Guerrero irrumpieron ayer en la alcaldía del turístico puerto de Acapulco para tomar las instalaciones de manera pacífica y exigir a las autoridades que encuentren a 43 estudiantes desaparecidos hace casi un mes.

Los integrantes del grupo se encerraron pacíficamente en el Palacio Municipal de la ciudad portuaria, motor económico de Guerrero, que se encontraba casi vacío, ya que los trabajadores no habían llegado aún y no había policías.

Sin embargo, poco más de 1.000 policías estatales antimotines resguardan las instalaciones del gobierno federal en la ciudad y decenas de agentes el Palacio de Justicia.

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La Eurocámara exhortó a las autoridades mexicanas a “actuar rápido” en este caso. México indicó que tomó nota del exhorto y que “comparte el llamado a poner un alto a la impunidad y a la delincuencia organizada”.