Con una funda blanca que contenía fréjol y arroz, Ariana Taranto, moradora de la urbanización Entre Ríos (km 1,5), llegó a las 11:10 al centro comercial Plaza Navona (km 5) para entregar su donación en la colecta que organizó el sábado 18 de octubre el Banco de Alimentos, una institución adscrita a la Arquidiócesis de Guayaquil y que está integrada por empresarios voluntarios.

En una mañana con un sol fuerte, los residentes llegaban usando gorras y gafas, pero nada era obstáculo para participar en la iniciativa. “Yo me enteré por Instagram y no podía quedarme fuera de esto. Compré temprano los víveres para traerlos”, expresó Ariana.

Otros llegaban a una carpa que se instaló a la altura de la Parrilla del Ñato (km 2,5) y dejaban sus donaciones en manos de voluntarios, entre los que estaban estudiantes de universidades y colegios, profesionales, amas de casa y boys scouts. Ellos formaron una cadena humana de más de 500 personas hasta Plaza Navona, para pasar de mano en mano los alimentos.

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Quienes no conocían de la colecta podían comprar en una carpa fundas con alimentos a $ 2; estos productos fueron donados por algunas empresas. “Decidimos hacer la colecta aquí, porque el año pasado tuvimos bastante apoyo de las urbanizaciones y de estudiantes. Esta vez pasamos las 30 toneladas”, dijo Patricia Sánchez, miembro voluntario del directorio del Banco.

Hasta el cierre de esta edición se continuaban haciendo las donaciones en las urbanizaciones. Se entregarán a 30 fundaciones del país que se dedican a la lucha contra el hambre. La solidaridad superó la meta que la institución tenía, que era recaudar 30 toneladas.

Me parece muy buena esta iniciativa para ayudar, yo no me pude quedar fuera. Vine temprano, estoy aquí para compartir”.Gisella Calle Residente de la urbanización Terrasol