El gobierno español de Mariano Rajoy exige el desarme y la disolución de ETA tres años después de que el grupo armado independentista vasco anunciara el cese definitivo de la violencia.

Así lo expresó hoy el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, quien calificó a ETA como una organización terrorista "viva" contra la que el Estado español seguirá actuando, según advirtió.

El funcionario público dijo en un acto en homenaje a las víctimas de la banda que el Ejecutivo español no consentirá que ésta se "perpetúe" como actor político en la región española del País Vasco, en el norte del país.

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El último año estuvo marcado por un supuesto desarme que resultó ser un fiasco y por la excarcelación de más de 70 presos etarras a consecuencia de una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Uno de ellos, Josu Zabarte, dijo hoy en una entrevista publicada en el diario "El Mundo" que no se arrepiente de los 17 asesinatos que cometió. "Yo no he asesinado a nadie. Yo he ejecutado", señaló.

A principios de 2014, la banda quiso escenificar la entrega de las armas en un video grabado en el que aparecían dos etarras junto a los mediadores internacionales que verifican el supuesto desarme, una comisión respaldada por el gobierno vasco.

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Pero ETA no entregó el arsenal y volvió a llevárselo precintado tras comprometerse verbalmente a dejarlo fuera de uso, lo que indignó al gobierno de Mariano Rajoy y a las víctimas de la banda. Desde entonces, no hubo nuevos pasos.

Hoy, la izquierda independentista vasca, que gobierna en algunas instituciones de la región, reclamó que los Estados español y francés participen en el proceso de desarme.

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Según informó hoy el diario español "El País", la intención de ETA es aplazarlo hasta que pasen las elecciones generales de noviembre de 2015, a la espera de un cambio en la relación con el gobierno español.

Los verificadores internacionales estarían presionando a la banda para que ésta entregue las armas antes de final de año, pero el gobierno vasco solo tiene constancia de su intención de sellar los zulos en los que hasta ahora escondía su arsenal.

"Ha terminado la violencia, sí, pero ETA todavía no ha desaparecido porque ni ha entregado las armas ni se ha declarado derrotada. Luchar por conseguirlo sin contemplaciones es una de las tareas imprescindibles de este gobierno", decía hoy el diario español "El Mundo" en su editorial.

Con más de 800 muertos a sus espaldas en su afán por conseguir la independencia de la región, el 20 de octubre de 2011 ETA anunció el abandono de la "lucha armada".

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El colectivo de presos de ETA, formado ahora por unos 500, admitió en diciembre de 2013 el daño causado y abrió la puerta a un proceso que permita la excarcelación de los miembros del grupo armado.

El Ejecutivo vasco pidió en varias ocasiones a Rajoy que acerque a los presos a las cárceles del País Vasco, pero el presidente del gobierno no accedió hasta ahora.