Recorridos por las unidades militares y charlas con los uniformados para explicar el proceso de modernización de las Fuerzas Armadas, así como para desmentir rumores, fueron las actividades principales a las que se dedicó Fernando Cordero, ministro de Defensa, durante las dos primeras semanas de trabajo.

El lunes pasado estuvo en El Oro para conocer la situación de los repartos militares que se liberarán para el uso público, y en el Grupo de Artillería Bolívar pidió al personal no creer en información “maliciosa” enviada, supuestamente, a través de pasquines.

“El Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) no va a desaparecer jamás”, dijo, según recogen boletines de prensa oficiales.

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Lo mismo repitió el lunes 29 de septiembre, cuando el alto mando militar hizo una ceremonia de recibimiento en el campo de Marte, del complejo La Recoleta en Quito, en donde insistió “que el Issfa no desaparecerá porque con sus propias competencias será parte de una Seguridad Social universal e inclusiva”.

Y en Cuenca, el jueves de la semana pasada, una reunión co el personal insistió: “Cuenten conmigo siempre, y sé que también cuento con ustedes para trabajar por unas Fuerzas Armadas cada día mejores”, según recogió un tuit.

Para el bienestar de los uniformados y sus familias se construirán, con un presupuesto adicional de $ 20 millones, “1.712 nuevas viviendas fiscales en 107 edificios multifamiliares de 16 departamentos cada uno, y 5.700 dormitorios para solteros”.