El fiscal general de México, Jesús Murillo, dijo ayer que suman casi 40 los detenidos por los ataques contra estudiantes registrados hace dos semanas en el estado de Guerrero, pero admitió que aún no han llegado a los autores intelectuales.

En declaraciones a la emisora MVS, Murillo indicó que si bien han sido importantes las últimas detenciones, que han llevado al hallazgo de cuatro nuevas fosas clandestinas, le interesa más llegar a los autores intelectuales de los actos que dejaron seis muertos y 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.

La confesión de varios detenidos de que allí (en las fosas) enterraron a jóvenes apuntan a que finalmente fueron asesinados tras ser tiroteados por policías municipales y sicarios del cartel local Guerreros Unidos la noche del 26 de septiembre.

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Las sospechas sobre los responsables del ataque, que ha conmocionado a México, se dirigen hacia el alcalde de Iguala y su esposa, María de los Ángeles Pineda, hermana de narcotraficantes. Uno de los últimos apresados es su cuñado Salomón Pineda alias el Molón.