Una persona contagiada con chikungunya fue detectada en Loja y se convirtió en el primer caso de esta enfermedad que se registra en el Ecuador, informó ayer Marysol Ruilova, ministra subrogante de Salud.

Afirmó que no es un caso autóctono (cuando el vector o mosquito que lo contagia es portador del virus y este infecta a la población local) y que según el cerco epidemiológico realizado por el Ministerio de Salud, la enferma vino de otro país.

“Es un caso importado”, dijo la funcionaria, quien descartó que se trate del inicio de una posible epidemia. Agregó que sí preocupan posibles riesgos por los 78 casos del virus detectados en Colombia, país limítrofe, por lo que se han tomado medidas sanitarias en la frontera.

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El Ministerio de Salud reportó que aumentó la difusión de las características de esta enfermedad vírica y dio indicaciones para su prevención y control.

La fiebre chikungunya se había detectado en 40 países de Asia, África, Europa, Centroamérica y Sudamérica. En casi todos los países de estas dos últimas regiones, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se han registrado casos importados (aquellos cuya infección ocurrió en otro país), como sucede en el que ayer reportó la ministra.

Raras veces esta enfermedad causa la muerte, pero sí produce fiebre alta, dolor en las articulaciones, dolores de cabeza y musculares, según la OPS.

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Ruilova recordó ayer que las medidas de prevención para evitar esta enfermedad son usar mosquiteros, mallas, remover agua estancada de charcos, macetas y aplicar repelente.

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No existe vacuna o fármaco contra la enfermedad, que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti, el mismo que transmite el dengue.

La fiebre chikungunya es una enfermedad emergente, de reciente aparición, desde el 2004 con presencia de brotes epidémicos, el cuadro clínico generalmente dura entre cinco y siete días, y aunque es similar al dengue, produce frecuentemente dolores articulares graves, a menudo incapacitantes, que a veces persisten más tiempo. Raramente pone en peligro la vida del afectado.

Este año se reportaron los primeros casos autóctonos en América Latina y el Caribe.

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