En el mercado municipal de Palestina, las vitrinas sobresalen de los locales de víveres y estrechan el pasillo. Una comerciante dice que sacar el escaparate es la alternativa que tienen ante la estrechez de sus puestos y admite que incomodan el paso de potenciales clientes.

El mercado tiene 13 años de funcionamiento y dispone de alrededor de 50 locales, ocupados casi al 100%. La estrechez es motivo de malestar de vendedores y a la vez es el sustento para pedir al Cabildo la ampliación de los sitios individuales.

Los comerciantes piden mejores condiciones de trabajo en el mercado y una es disponer de más espacio. Recientemente se reunieron con el alcalde Luis Palma para tomar parte del plan de remodelación.

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La expendedora que reconoce que invade el pasillo con su vitrina agrega que tienen el problema de las palomas que anidan sobre sus puestos causándoles suciedad. Y se queja por el estado de los baños.

Comenta que en la reunión con Palma quedaron en que se realizará un mallado integral del mercado para evitar el ingreso de las aves, que se pintará la estructura y se readecuará el piso. Del pedido de ampliacióm aún no hay respuesta, refiere.

Daniel Bohórquez, presidente de la asociación de comerciantes, comenta que ellos podrían trabajar momentáneamente en los exteriores del centro de abastos para no molestar en la remodelación, pero sostiene que necesitan el apoyo del Municipio con puestos provisionales o carpas.

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Wilder Marcillo, director municipal de Obras Públicas, corrobora que se instalarán mallas en contra de las “ratas voladoras”, que se pintará paredes y el piso con una capa antideslizante. Descarta una ampliación de locales y sostiene que el presupuesto contemplado para las tareas es de $75.000.

El mejoramiento está en proceso de contratación pública.

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El alcalde Palma indica que las labores son parte de un plan de ordenamiento del mercado municipal. Dice que por años el Cabildo ha asumido la facturación por consumo de energía eléctrica y que en adelante los expendedores deberán contar cada uno con un medidor.

Robert Ruiz, comisario municipal, sostiene que el consumo mensual por electricidad alcanza los $ 700 y corrobora que es un valor que asume el Municipio, no los comerciantes.