Luxemburgo emitió este martes por primera vez "sukuks", o bonos conformes a los principios islámicos, transformándose, después de Gran Bretaña, en el segundo país en hacerlo fuera del mundo musulmán.

Este bono tiene la particularidad de no pagar intereses, prohibidos por la ley islámica, y se remunera con un sistema especial de dividendos.

Luxemburgo recaudó 200 millones de euros a cinco años.

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"Con una operación de este tipo, Luxemburgo procura atraer a la finanza islámica a su plaza financiera", explicó Frédéric Gabizon, de HSBC Francia.

Gran Bretaña se convirtió en junio en el primer país fuera del mundo musulmán que emitió "sukuks". El país ya contaba con más de 20 bancos que ofrecían productos financieros islámicos y desde hacía ya cinco años decenas de bonos islámicos cotizaban en la bolsa de Londres por un valor de 34.000 millones de dólares.

Se estima que el sector de la finanza islámica representará este año un volumen de negocios de 1,3 billones de dólares en todo el mundo.