De las seis compensaciones que entrega el Gobierno al sector del transporte urbano, los beneficiarios solo pueden acceder a tres, según dirigentes de seis cooperativas y dos asociaciones gremiales. Ellos concuerdan en dos factores para el impedimento: falta de recursos económicos por tener una tarifa congelada hace once años y el paulatino incremento del costo de insumos y repuestos.

El subsidio al combustible, liberación de aranceles, importación de insumos, exoneración del impuesto verde, el programa Renova –que contempla bonos para chatarrizar unidades, adquirir otro bus y devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA)– son cinco retribuciones que ha otorgado el Gobierno de forma gradual desde el 2008, básicamente para mantener la tarifa del servicio en $ 0,25.

El año pasado sumó un bono de $ 350 por bus como compensación a la rebaja del 50% del pasaje para estudiantes, adultos mayores y personas con capacidades especiales. Ese acuerdo finiquitó en mayo pasado.

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Ahora el Municipio entró en la discusión por el valor del pasaje al recibir del Gobierno la competencia total del tránsito. Sin embargo, esto generó una pugna. El Cabildo exige coordinación y recursos suficientes.

Manuel Medina, tesorero de la Federación Nacional de Transporte Urbano (Fenatu), indica que el Ministerio de Producción otorga 17.000 cupos para la importación de llantas, pero solo el 20% de las cooperativas ha aplicado al proceso.

Ese porcentaje es inferior al del año pasado, cuando el 40% de las operadoras adquirieron el insumo en el exterior, según el directivo de la Fenatu, organismo que recibe las solicitudes de las asociaciones que hacen los pedidos al extranjero.

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Cooperativas como Estrella de Octubre, Ríos Amazonas, Tarqui, Garzota, Inti-Rumiñahui y las ocho operadoras que forman parte de la Unión Provincial de Transporte Urbano del Guayas (Uprocotug), prefieren adquirir los insumos en distribuidoras locales. Según representantes, aprovechan los descuentos del 10% al 20% por compras al por mayor.

El plan Renova es la opción más accesible para los transportistas. El 46% de los vehículos se han renovado a nivel nacional, que corresponde a unos 14.000 transportistas, desde el 2008, señala la Fenatu.

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Entre uno y ocho unidades han renovado las cooperativas a las que consultó este Diario. En la Inti-Rumiñahui, que tiene 40 unidades, solo un propietario se acogió a este plan.

“El resto tiene miedo a la deuda tan grande (de unos $ 120 mil). ¿Cómo se puede pagar?, es imposible con ese pasaje”, sostiene Rodrigo Ruilova, presidente de la operadora.

El impuesto verde es una “gran ayuda”, coinciden las seis cooperativas. Para matricular, el propietario de un bus del 2013 debe pagar unos $ 900.

El valor incluye el impuesto, pero hay que tramitar en el Servicio de Rentas Internas (SRI) la exoneración de este impuesto. Al final les devuelven el valor, se ahorran unos $ 500.

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Pero los transportistas consideran engorroso el trámite y piden que sea automático en la Agencia Nacional de Tránsito.

Con estos beneficios se “apalean en algo los gastos”, afirma el tesorero de la Fenatu. Solo el alza de pasajes les ayudaría a salir de la crisis en la que se encuentran, coinciden.

El 35% (de los transportistas que sacaron buses con el plan Renova) están atrasados con una, dos y hasta cuatro letras en la Corporación Financiera Nacional”.Manuel Medina Tesorero Fenatu