En 26 años, entre 1986 y el 2012, el país disminuyó en 15 puntos (de 40,2% a 25,3%) la desnutrición crónica en niños menores de 5 años. Pero en el mismo periodo la proporción de niños con sobrepeso se duplicó (de 4,2% a 8,6%). Los datos son de la Ensanut 2013 y muestran una realidad preocupante: en el país coexisten los problemas de déficit y exceso nutricional, lo que evidencia “la doble carga de la malnutrición como nuevo perfil epidemiológico del Ecuador”.

Esa condición también se observa en niños de 5 a 11 años. En el país, el 2,8% de niños de esa edad registra baja talla y, además, sobrepeso u obesidad. Ocurre con mayor incidencia en Santa Elena, Bolívar y Chimborazo, que presentan porcentajes de desnutrición por encima del 24% y de sobrepeso y obesidad superior al 27%.

En Riobamba, el Centro de Educación Inicial Virginia Rosero de Gándara, el 50% de los niños registra desnutrición y el 40% baja talla y sobrepeso. Irma Romero, docente de este plantel, cuenta que los casos provienen de hogares pobres, de migrantes de las parroquias rurales, que llegan a la institución sin desayuno y a expensas de una tasa de colada o galletas del desayuno escolar.

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En la provincia se impulsa el proyecto Creciendo con nuestros guaguas, con la finalidad de disminuir la desnutrición.

La otra cara de la moneda se vive en El Oro, Guayaquil y Galápagos, las provincias que presentan más alta prevalencia de sobrepeso y obesidad (por encima del 30%) en el país.

Un caso particular es el de Isabel, de 50 años, y su hijo, de 4, que tiene 12 kilos de más y “está demasiado desarrollado”. Ambos empezaron un tratamiento con un nutricionista que a ella la ha hecho bajar de 340 a 258 libras. “Si nos hacen el impuesto a la comida chatarra, a los comercios que están acá, pero las mamitas la verdad es que somos bien necias. Le damos gusto a los niños. En casa les hacemos salchipapa, hamburguesa, hot dog”, dice. Eso era lo que solía prepararle antes a su único hijo.

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Aunque en las escuelas se aumentó de 2 a 5 las horas semanales de actividad física y se prohibió que los bares expendan comida chatarra, en escuelas como Victoria Pérez y República de Venezuela, sus autoridades comentan que la mayoría trae el lunch desde la casa que suele incluir snacks y comida no siempre saludable.

Otras escuelas, como la de Educación Básica Nueve de Octubre, impulsan iniciativas para educar en nutrición. Allí desde hace un mes se desarrollan clubes de cocina con los niños de básica superior, en los que se enseña a preparar desayunos y almuerzos nutritivos.