El Movimiento Nacionalista de Texas, la mayor organización independentista del estado, lamentó el resultado del referéndum del jueves en Escocia, en el que una mayoría optó por la permanencia en el Reino Unido.

El presidente del movimiento, Daniel Miller, afirmó que la victoria unionista se fundamentó en las promesas de una "autonomía desigual" llegadas desde Londres, lo que en su opinión tan solo "profundiza la brecha" con el resto de naciones que integran el Reino Unido.

"Este voto ha asegurado el caos político en el Reino Unido y prácticamente garantizada una ruptura en el futuro", declaró Miller.

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Más allá del resultado en Escocia, para el líder separatista la "verdadera lección" para Texas de este referéndum es que la independencia "no solo es posible, sino que es necesaria".

"Seguimos trabajando para que la independencia de Texas sea una realidad", afirmó.

Finalmente, Miller dijo que "los ojos (de los independentistas texanos) están puestos" en otras "decisiones inminentes", como es el caso de la región española de Cataluña, que tiene previsto consultar a sus ciudadanos sobre la secesión el próximo 9 de noviembre.

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Aunque Texas fue una república soberana entre 1836 y 1846, antes de formar parte de Estados Unidos, el movimiento independentista contemporáneo surgió en la década de los noventa del siglo pasado, muy ligado a los sectores más conservadores.

El Movimiento Nacionalista de Texas argumenta que este estado sureño es "una nación" cuya soberanía está amenazada por el Gobierno federal estadounidense, cuyas "sucesivas Administraciones" han demostrado que "no tiene límites".

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En 2009, el actual gobernador de Texas, Rick Perry, coqueteó con la idea de la independencia durante un acto público: "Si Washington sigue metiendo la nariz en los asuntos de los ciudadanos, quién sabe lo que puede resultar de ello".

En 2012, una petición a la Casa Blanca que solicitaba la separación de Texas reunió cerca de 125.000 firmas.

Los escoceses decidieron este jueves permanecer en el Reino Unido con un 55,3% de votos en contra de la independencia y un 44,7% a favor.