En los mercados Modelo y Central, así como en la plaza Primero de Mayo, las tercenas estuvieron cerradas ayer porque no había carne de res, chancho y borrego para vender.

El desabastecimiento es porque desde el domingo pasado los introductores suspendieron la compra de ganado en pie y no hubo para el faenamiento en el camal municipal, según ellos porque el Servicio de Rentas Internas (SRI) les notificó impuestos muy altos del 2010.

Lorena Freire, directora de la regional centro 1 del SRI, dijo que de acuerdo con los procedimientos generales que se hacen a los contribuyentes, se realizaron “requerimientos de información” desde hace algún tiempo a tres introductores, a quienes se hicieron procesos de control, en el que la normativa establece que si no posee todos los documentos de sustento, el SRI puede realizar el cálculo, lo que se llama estimación presuntiva, respecto a la renta que debió haber obtenido.

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Añadió que lo que se hizo es ver cuánta renta debió haber en el caso de cada res, a base del peso, cantidad de carne que genera, además del valor en que se vende la carne, el cuero y las vísceras. Luego se establecieron ingresos, lo que cuesta faenar la res y el transporte, para después fijar la utilidad de los ingresos menos los gastos.

Freire agregó que los tres contribuyentes ya realizaron el pago (no especificó cantidades) y que al contar con información sobre la rentabilidad de la actividad económica, el SRI hizo controles a 27 introductores, según una comparación con personas que realizan similar labor. Aclaró que la variación del valor es por el número de cabezas que ingresa cada persona a faenar.

Mónica Medina, introductora de carne de borrego, aseguró que la decisión es mantener de manera indefinida la suspensión de comprar animales para faenar. Dijo que una delegación va hoy a Quito para que se revisen los montos notificados.

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se cumplieron ayer desde que los introductores de carne decidieron suspender la compra de ganado en pie.