Aunque su padre vive en Machala, El Oro, y su madre en Italia, Europa, Lisbeth Marín Caicedo, de 23 años, según sus vecinos, no se dejaba vencer por la soledad. Era hija única y vivía con dos primos hermanos.

Quienes la vieron crecer en su natal Pueblo Nuevo, del cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos, aseguran que Lisbeth siempre se llevó bien con todos y que pese a la ausencia de sus progenitores, logró graduarse en la universidad y actualmente ejercía como contadora en una empresa exportadora.

Pero la madrugada de ayer, la relación sentimental que había iniciado y luego terminado con un miembro de la Policía, con la que muy pocos estuvieron de acuerdo, terminó en tragedia.

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La joven fue asesinada por el gendarme a las 02:00, al parecer, después de una discusión y luego el sujeto, a quien conocían como Luigi, de unos 26 años, se suicidó.

Una allegada, quien pidió no ser identificada, dijo que Lisbeth ya había iniciado otra relación, por lo que se negaba a regresar con Luigi.

Otra vecina relató que antes del crimen Lisbeth estuvo con su actual pareja y que el gendarme esperó a que este se fuera para abordarla en la vivienda de la joven.

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“Se escucharon algunos disparos, luego que alguien gritó: ‘Noooo, ¿qué hiciste?’. De ahí todos salimos a ver qué había ocurrido”, sostuvo.

Los gritos, al parecer, eran de uno de los dos primos con los que vivía la occisa, quien al levantarse de la cama por los disparos y salir a la sala encontró los cuerpos tendidos.

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Freddy Caicedo, tío de Lisbeth, quien vive al frente de su casa, ubicada en la calle San Carlos, entre 2 de Agosto y 12 de Octubre, de Pueblo Nuevo, indicó que solo oyó los disparos, pero que no ingresó a la vivienda porque otros familiares y la Policía ya lo habían hecho.

Julia Caicedo, quien dijo que crio a Lisbeth, indicó que esta recibió un tiro en la parte posterior de la cabeza y la bala salió por uno de los ojos, y que el gendarme se disparó en la boca.

La Policía recopiló evidencias y el arma, que fue encontrada en la escena del crimen.